Divina Tragicomedia

No hay mayor felicidad para un ser humano que tener la prueba viviente de su existencia y verlaandar de aquí para allá con los gestos de su cónyuge y los del mismo. Año con año va creciendo yva de ser una cosa encantadora, risueña, frágil y tan contagiosa de paz hasta que se convierte enun mentado puberto lleno de barros, nuevas vellosidades y palabras altisonantes disparadas como uncuerno de chivo patrocinado por los Arellano Félix. Mi viaje Alighieriesco comienza con un húmedo sábado por la noche, cuando su Charro Negro emprendió la gran aventura de pasar por los múltiples planos de la humanidad. Agradecido por la invitación a un fiestononón de mi compadre el Chinos-non-chinos-anymore, subella hermanita, orgullo y gloria de sus sacrosantos padres, cumplía quince pletóricos octubres encompañía de toda su canina bola de amistades. Entre ellos, se distinguían interesantes figuras delmedio social poblano, sendas botellas de güisqui y asaltadas botellas del ron menos pior, unoscanapés pa’ los mocosos y periqueras antreras acompañadas de sombreros tejanos de paja recubiertosde dulces aciditos y picosos. La velada arrancó con la llegada de una marabunta de barrosos apestosos a loción de su papá ypeinados y maquillajes improvisados que se aventuraban al submundo del salón de fiestassubterráneo que osaba ofrecer un clásico de clásicos en el argot de las festividades de dichageneración. Los padres de algunos, tíos, compadres y gorrones (entre ellos los amigos de mi compadre) fueronllegando en rigurosos trajes y vestidos de cóctel que se distinguían entre la malvestida multitudde mozalbetes que, babeando por las copas de daiquiri placebo, observaban también a las puerilescurvas de las acompañantes de la festejada.Al cabo de un par de horas, después de degustar los canapés, un video de la festejada vestida devaquera, un vals interpretado por Aleks Syntek y unos gritos despavoridos de emoción por elmomento, los amigos invitados por el Chinos, de ser el centro de atención y no por lo atractivosque éramos, sino por la ubicación de la mesa que el Truku-tru escogió para todos, fuimos removidosa la orilla con el resto de la senectud. Porque aparentábamos ser los puntos entre rayas de lafiesta. ¿La ventaja? Nos sirvieron el güisqui a nosotros, la cena formal nos tocó y no hubo quepelear contra hobbits vestidos de Arman Kids con media copa de cuba robada en la mano y dossentidos restados de su coherencia. Las cosas no marchaban mal hasta que por ahí salió un “discúlpe señor” disparado directamente a lafrente (amplia, por cierto) de mi compadre el Truku-tru, que fue la gota que derramó el vaso paradarnos cuenta de que definitivamente salíamos sobrando. El infierno (o como yo le llamo Pee-WeeLunchbox Hell) se comenzó a calentar. Los mocosos bailaban y cantaban al unísono con Daddy Jankie,las copas volaban y los whiskies a escasear. ¿Pedir ron? ¡Si los hobbits, ahora uruk hais ya se lohabían bebido! Entre ellos se preguntaban entre barridas vocales si olían a alcohol, si por algunamolestia les podíamos regalar algún bastoncito de cáncer, y en el peor de los casos, alguno deellos, valientemente, se aventó a invitar a echar “una quebradita” con la nena de alguno denosotros en nuestra senil banda. Por ahí la fiesta se prendió y no necesariamente con fuego o ambiente, pero sí con las luces delsalón puesto que en algún momento advirtieron terminar con la celebración, los dueños del lugar,si todo se salía de control. Dada la situación, mi compadre el Chinos salió al rescate de lafiesta tratando de hablar de razones con los dueños pero esto no fue exitoso puesto que la raíz denuestra truncada fiesta se debió a que una pequeña piara de rufianes adolescentes se hicieron depalabras y golpes con un pobre chavo del “valet parkin’” del establecimiento. Y todo por eso del“es que me vio feo…” que el empleado resulto más útil como costal de box que como el del puestoque se le asignó. Los demontres subían, bajaban, nosotros nos inmovilizábamos y hablábamos de victorias pasadascuando éramos invitados de quince años. Confiésome que en el éxtasis de esa edad, mi adoradopadre: El Hue-hue, me aventó desinteresadamente al ruedo como participante chambelán en algunacelebración de tal índole, sin pensar las consecuencias psicológicas que éste, su Charro conBotas, pudiese sufrir a largo plazo. Y nos vimos en algún momento reflejados en alguna parte de lafiesta con los chamacos que estaban ahí: fingiendo fumar, parados en la mesa, tirados en el suelo,vomitando fuera del WC, orinando las macetas. La pobre quinceañera quedó devastada, el maquillajese le corrió y pedía a gritos que Chanoc viniera al rescate. La cosa se apaciguó un poco y la música arrancó con el Caballo Dorado. Los asistentes se trataronde animar para ir a la pista. Pero pensando en las consecuentes torceduras de tobillo o unafractura de cadera, optaron todos que era mejor quedarse a pistear como los grandes (literalmentehablando). Una vez entrados en nuestra modesta pose, su servidor, con miedo a que abandonara la fiesta el OldTimers Team, decidió pedirle al mesero unas cuantas rondas de tequila. Grave error. Los vejetes de mis amigos y su servidor se empezaron a aflojar como los zapatos, con el alcohol ypláticas más coherentes: “La jodida victoria del Chivas”, “A poco se casó…”, “Te tengo unnegocio”, y el inolvidable “En mis tiempos” brotaron.No paró de fluir el restante tequila y los chavales perdían energía por la Gracia del Señor, perolos adultéporus rex estában en su apogeo. Cantaron, movieron un piecito para bailar, se empezaronabrazar y a espantar a la juventud con su comportamiento tan poco esperado. Irónicamente, era elmismo que los inocentes tuvieron en las dos primeras terceras partes de la fiesta. Y así, todos huyeron, nos prendieron las luces, nos clausuraron el tequila y nos enviaron a freírespárragos con doña Lucha en distintos lugares. Sin más energía, los longevos invitados fueronabandonando el recinto en pares o nones. Algunos a buscar antro, otros a dormir. En lo personal:yo busqué un rato el paraíso y un rato se me presentó (ahí luego les cuento…) y concluí con losplurinominales quince años por un rato. Agradezco la invitación, y les dejo la reflexión a losamigos y nuevos padres sobre si es necesario hacer pasar a sus criaturas por tan dolorosasituación. Por mi parte decido no dejarlos y ponerles a prueba, como a mí me tienen en este momento lasdisciplinas académicas y sentimentales, si la humillación, el alcohol robado, la limpieza devastos charcos de vómito al estilo griego, y el cargo del hospital del pobre valet son razón paraque criaturas tan hermosas, frágiles, llenas de esperanza y futuro se conviertan en esos gremlinsque pasearon en mi capítulo basado en la obra de Dante merezcan fiestón.

Merecido Piojito y Desmenuzado Emporio de Insatisfacciones

Después del tercer rugido del león, en el Mago de Oz, si pones el disco The Dark Side of the Moonde Pink Floyd, encontrarás que toda la música coincide con las imágenes y la película tomará unmood diferente. Como dice la Wera Peligrosa, esto es del diablo y ya ni se sabe si los chavos deesta banda lo hicieron pensando en asustarnos o si Lucifer hizo una mala broma junto con losdiscos puestos al revés de Gloria Trevi. Pero yo propongo otra cosa que hacer con ese disco.Llévate un vaso enorme de Coca con muchos hielos, tu almohada favorita y vete al jardín a ver elcielo estrellado mientras oyes el “lado oscuro de la luna”. Vas a ver que de pronto, los problemasque tienes van a resultar tan pequeños como los tintineantes puntos en el cielo que bailan con eldisco. Hay un mal de amores en muchos recovecos de mi gente. Me ha tocado jugar al Dr. Phil y me preocupamucho que todos anden mal. No puedo quemarles a todos el disco y comprarles Cocas pero miren queno oigo pero sé escuchar. Es abrumante juntar como masa para pastel mil hojas, los muchos alaridosinternos que hay alrededor. ¿Qué le están echando al agua de este pueblo? No es como si estuvieratan terrible. Les paso una copia de lo que decía una de las cartas de los sobrevivientes de LosAndes "Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamoscaminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salirrápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar aarriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”.No me excluyo del sentimiento colectivo de mi gente. También he estado al borde de tocar el sueloporque no ha salido todo bien. Y el simple hecho de ver que el “ya merito…” es el pan de cada díaen nuestras mesas me parte el alma. Hay diferentes formas de tomar la inminencia: de manera que túeres el que ya merito va a hacer algo, o simplemente ya merito te va a pasar. ¿Por qué elderrotismo masivo? No lo entiendo, pero se da. Y cuando me aúno a esto me muero por que me haganpiojito un rato y un buen papacho. ¿Qué va a pasar cuando yo tenga que dar el apapacho?No ha pasado mucho a mi alrededor que me jale la atención con tal de reaccionar. La APPO está quearde, Naciff quiere matar a su cónyuge, el Chivas estuvo fatal, pero yo sólo pienso paralelamente,o para-lela-mente encaprichado con mis nuevas obsesiones. ¿Acaso me haría más cautivante sisupiera más cosas? Porque francamente me estoy sintiendo feliz al basar mis actos en la ignoranciay la sencillez de ver las cosas inocentemente. ¿Me estoy perdiendo de algo? Hoy en la mañana estaba viendo la lista de palabras más bellas según una encuesta hecha a cienescritores iberoamericanos. La palabra que encabeza la lista es amor. Entre ellas estaba libélulay se metió también la palabra madre. Lo interesante es que, los fonemas que componen estas diezpalabras siempre suenan suaves. De las palabras me costó trabajo entender cómo vivimos en unasociedad que busca la perfección y lo práctico con menor inversión. Sin embargo, ninguna de laspalabras de la lista son siempre algunas que utilicemos a diario. Tal vez nos estamos queriendoahorrar algo para mantener lo más perfecto posible el corrupto vocabulario que escupimos diario ennuestra corrupta vida. Quiero dejar de pervertir mi cabeza con el sueño de que todo va a estar bien y que no hay tal cosacomo confiar ciegamente. Llevo días dando vueltas a asuntos que siento que no se resuelven porquecreo que “ya merito” se me cumplirá lo que quiero. Aún trato de romperme paradigmas y probar comole hacía mi tío Héctor con los chayotes. Que sabía que no servían de nada y que sabían a rayos,pero se los comía porque reconocía que de algo le iba a servir. A veces, sobre analizar y hacerlas cosas se vuelve el primer paso para convertirse en un potencial orate. Lo digo porque creo quesoy muy ciclado y siempre trato de no hacerlo. Solamente me pone como Taz cuando pienso que atodos los veo tan apachurrados. O simplemente yo me veo apachurrado. Esa impotencia y ese ataquepor tratar de condescender, son las armas de elección para todos cuando se siente la presión. Hace nos días discutía si llevarse a una isla desierta solamente tres discos, cuáles serían. Mehabían respondido que los que menos le gustaran. Endemoniada respuesta me dejó de a seis porque siya estás pasándola fatal, te pones los discos que más te gustan para aliviar el trancazo. Yresulta que la femme fatale que me respondió esto no tuvo más que decir que era tal cual. Quéadmiración de valor. Soy su nuevo fan “NOMBER UAN”. Todos los días pienso en todos y me pregunto cómo están y qué están haciendo. Qué mejor que poderser omnipresente o simplemente como los puntos blancos que veo cuando estoy oyendo mi disco dePink Floyd en el jardín. Escríbeme y cuéntame cuáles son tus 5 palabras favoritas. Y los tresdiscos que te llevarías a la isla desierta. Te mando la lista de palabras que puso el MuyInteresante también: amor, libertad, madre, alegría, dios, libélula, esperanza, sándalo, fulgor ymar.

Sincronismo de la Insoportable Pendejez del Ser

Siempre hay sueños por ser algo de grande: el doctor, el bombero, mamá o papá, no sé. Creo que nies cierto que los niños quieran ser eso, es lo que oyen de los grandes, siempre hay ganas de seralgo diferente. Me encantaba que mi cuate, el Poblanski, me decía que de grande él quería ser unloco de manicomio. Y pensar que uno puede ser eso de grande, como chamba, es el hit. Yo quería seringeniero de música porque vi una caricatura que tenía un personaje que hacía eso. ¿Qué chingaos significa eso? Ni idea, pero yo quería ser eso. Siempre he pensado que cuando comienzas a vivireres tan singular aunque, con el tiempo te vuelves más común, un número, una estadística. Yterminas volviéndote un doctor, un bombero, mama, papa… Creerte todo lo que te dicen en casa es una buena escuela para desarrollarse y generar un criterioque te lleve hasta donde tu capacidad te permita. A veces chocarás con muchas paredes condiferente grosor. Para tu gente serás siempre único, para lo demás, te vuelves el mínimo común múltiplo que te asigna una sociedad al decir “favor de no escupir en los pasillos”, “no se fía,pague con efectivo”, “traiga el cambio exacto” porque te pueden redondear a los excepcionalescasos de personajes que en casa son únicos, pero afuera resultan ser la desagradable mayoría. De chavito daba pena todo: pedir agua, baño, un simple favor. Y el hecho de que un adulto sedirigiera a mí era un reto imposible. Hoy en día las reminiscencias mozas me dan risa, pero las hevisto volver. Las noto en mí o mi amigo el Poblanski cuando se queja y hace sus berrinches porirse de borrachales. Siempre me río de él porque de verdad se porta como un morrito de cinco años.Y le divierte hacerlo también, lo cual hace más amena cada reunión. O la Güera Superior que cuandole dices un chiste malo y pone cara de “ay no ma…”, llegas calmado y te cuestiona por qué no hacescosas divertidas siempre. Pero a mí me está sucediendo con muchas cosas.La zorompa incredulidad, la pena, la simple vergüenza que me lleva al pueril apendejamiento cuandotengo enfrente algo que me interesa resulta fatal. El hecho de llevar tiempo aprendiendo muchas cosas, experimentar, entender y ser más astutoayudan, aunque por más suave que pueda serse en el momento de actuar, el puberto aparece con unarodilla raspada, los hombros encogidos, el moco medio salido, pantalones rotos, el peinado decoreano con su polaroid, playera de Mickey desfajada (creo que así sigo vistiéndome), y la cara deasombro. Últimamente, me he estado tropezando de manera impresionante cuando ese guardado alter egoresalta, pero trato de mantener ese riguroso escepticismo después de cualquier instante. “Back in the day” como dicen los mamertos del norte, era muy importante imponer esa imagen de “merasco aquí enfrente de ti y qué”, para sobrevivir en la selva adolescente. Nunca está de más tenerese comportamiento en el cual nadie sabe quién es quién, de dónde viene y qué va a hacer. Sevuelve divertido y atractivo para tantos, pero siempre conlleva a la gran sorpresa de ser motivode desilusión y un heroico mutis cuando pasa demasiado tiempo alrededor de protagonistas comoestos. Creo que, en mi caso Willy Wonka fue mi primer rol model, con sus originalidades, su ambiguo opolar comportamiento, y esa vestimenta tan ridícula. Era divertido, también estúpido pero mellevaron a ser el blanco perfecto de admiraciones, dudas y enigmas marchantescos de los vecinos,ya saben: la latente tendencia hacia autodestrucción vía farmacéutica o vagas interpretacionessobre cualquier tipo de preferencia. Creo que, gracias a eso aún es un desmadre saber qué regalarme. Y soy tan sencillo al final…procuren no regalarme tarántulas, les tengo fobia a las arañas.Dentro de lo excéntrico que soy, estoy rodeado en un cubo de 4x4 con un conteo final de sieterelojes. Todos ellos simbolizan algo para mi insólita vida: la estética, la prisa, lo práctico, lodemente y lo ridículo. A pesar de eso, siento que el tiempo me come y me hacen falta 525 mil 600minutos para elaborar mis estrategias existenciales. El mismo miedo que me come me pone bajo unapresión que me hace reaccionar como el mocoso imberbe que le daba pena pedir agua. Miinsoportable pendejez es ser tan único, que parece ser tan común. Lo misterios e inestable nofunciona a la larga (chavos, atentos con eso).He visto que estoy en un tiempo bastante favorable, no se cuál tiempo se me acaba, si el del amor,del trabajo, de la carrera, de la misma vida, y hoy la llevo leve. La vida me alcanzó hace tiempoy quiero ir al mismo paso, sin tomarme tan en serio la vida. Total, al fin y al cabo, no voy asalir vivo de ella. Me pregunto si mis ojos dirán que estoy feliz a pesar de lo cansado, vivo,vivido, desvivido, encuadernado, reportado, masticado, escupido y ridiculizado que estoy. Todos han pasado por estas, y es padre acordarse. Ahora me toca a mí, que estoy volviendo aempezar sin disfraz, más claro, más sincero. Me sigo forjando a fuego lento, con calma por primeravez. Hago las cosas a su tiempo y con el mayor interés y delicadeza. Paso a paso, sigiloso ypreparado. Escéptico del entorno pero con fe en corazón, cabeza y pies. Estoy viendo que estoygrande y a pesar de no ser ingeniero de música, voy bien. Me estoy dando chance de dejar ver cómoexplotar todo eso que me enseñaron en casa con la curiosidad de meterme en el trabajo, la escuela,amigos, familia, amor, todo… quiero que me conozcan sereno.

Chato Unplugged y las Curvas Peligrosas

Cuando tenía 20 años viví mi primer Big Brother en Chachalacas con uno de los planes más austerosy no por gusto, fue por engaño de un cuate que nos bailó diciéndonos que íbamos a Veracruz yacabamos en un pueblo a media hora de ahí… ¡Pinches Chachalacas!La experiencia en aquél entonces se prestaba a ser un poco flexible en el nombre de la aventurapuesto que aquí, su Charro Light, le gusta a “eso que le venimos llamando el camping” y los pocosmorlacos que llevábamos en comitiva. Al final, su servidor terminó pichando chelas, comida,bloqueador, crema para el ardor de lomo, hasta una gorrita para que el puto del anfitrión no sequemara su jetota de chimpancé. Fue una buena lección y decidí desde entonces no vivir másbig-broders…Pero me equivoqué… tras una larga discusión con la Línea de Golpeo Etílico de los Chemos (mischarolastras), decidimos que Acapulco iba a estar lleno de mocosos y que iba a estar caro. Todoapuntaba a que Puerto Escondido era la opción para desconectarse del mundo, estupidizarse demanera estúpida (¡duuh!) con cuanta sustancia líquida, gaseosa, sólida y de más para regresar agusto a clase (or what so ever you funkin’ want –ah, mamador-). ¡¡¡Y váaamonos rikis!!! Latravesía contaba con los personajes más singulares del viaje: un venado con su novia, cuatro damasconejo que se la vivieron en el agua, un chocotorro, un paisano velludo como Xoloitzcuintle, unatleta, un Zoolander, y acá su mero mero petatero…Al filo de las 2am partimos para tierras oaxaqueñas en una van para 9 animales, un Jetta paracuatro pedotes y una hielera en forma de lata de Model Especial llena de provisiones para cincosoleados días en el paradisíaco mundo de los surfos, la mota y la revancha de los cholultecasversión bikini. El concierto del Chato Unplugged comenzó por ahí de las 6am cuando una camioneta nos recogió en lacapital zapoteca. Chato se desconectó y comenzó a dar su recital llamado “Concertto-ronquetto paracuerda demente in piu pericoloso soneto”. La audiencia se enamoró de mis solos, mis acompañamientos donados por el caballero venado en elsegundo movimiento llamado “Curva-pericola-chingatti-madonni-per-sei-ore” el cual significa(¿¿pinches curvas peligrosas por 6 horas nomás? ¡¡Chinga tu madre!!). Y sin olvidar lastanding-ovation ejmmm… bola de zapes que me acomodaban todos pa’ que me callara. En fin, llegando a las soleadas playas de Zicatela, optamos por el protocolo del Papa que alllegar a una tierra de visita, la besa. Pinche camioneta nos tuvo en ascuas, sin olvidar lasobredosis de Dramamine que las damas conejo consumieron como pastilitas de menta. Alguna de ellascantó Guadalajara, por cierto. En el transcurso nos apendejamos, efeitivamente… nos bebimos la ciudad, nos quemamos hasta con lasnenas y sin olvidar el trágico suceso donde una bella moza quiso entablar amistad con la Línea deGolpeo y a los pocos minutos fue recogida (es decir, que alguien se la llevó) por la fuerzapública debido a su comportamiento poco deportivo y falto de ética en la cancha de los surfos.Lamentablemente, no volvimos a saber de ella, hasta llegamos a pensar que la habían deportado a suisla o algo por el estilo. La racha no cesaba. Cuarto para seis personas que era planeado paracuatro, un baño para doce… monos, pastillas de Pepto y Aspirina que rolaban como tachas en plenorave, y la cuenta seguía. Yo seguí desconectado, mi concierto cesaba pero me dio tiempo entre sonata y sonata para seguirmebebiéndome las neuronas, y haciendo nexos de segunda mano con Maria Sabina y claro está, burlandosin darme cuenta como buen ala de los Asereros de Pittsburg a las féminas entangadas y asoleadas yquemadas y rostizadas por aquellos memorables y apestosos taquitos de mois. Por ahí oí que unmorro se quería fumar una iguana. Estaría orgulloso de ser su papá. En fin, el unplugged duró lo que duró lo real. Regresamos picoteados, malcomidos, crudos ymareados. Agradecidamente nos comunicamos con nuestro Fitness Dealer porque nos concectó con todaslas comodidades y lugares interesantes para conocer. Pueblayork nos esperó con las alas abiertas(y las carteras vacías). Desgastados, dejamos que el descanso se diera antes de volver a loscatorrazos de la uni y la chamba y nos recordamos cada que nos vemos cómo el concierto delUnplugged fue la probada para el viaje de los Cuatro Caballeros del Apocalipsis, del cual yaleyeron en crónicas pasadas. Recomiendo al Sr. Pedro Torres que haga un reality más basado en los viajes extremos.

De Vuelta al Epicentro

Verano de 1992, Colonia Estrellas del Sur, Puebla, Puebla, México, América, Tierra, Via Láctea,Universo...Tenía casi once años cuando llegué a la casa de mi nuevo vecino Oliver, su hermano mayor estabaentradísimo en la onda de tocar. Tenía batería, bajo, guitarra y hasta un charango que por si lasondas hippies de los papás. Ahí me hice cómplice sin concesiones de los tambores, el platillo,pedales, atriles y baquetas. Pasé por varias bandas, algunas reencontradas, otras armadas con otras bandas, cambié de rol yhasta vocal me tocó ser. Fue una muy buena época pero al final me dediqué a mi carrera académicaque, consecuentemente me alejó bastante de lo que alguna vez llamé vocación. A raíz de que conocí a la Güera Superior, me regresé a esas raíces después de rolar como ficheraentre hoyos funkies jazzeros, electrónicos, en su defecto skatos y de reggae. Por mi lado llevabasiempre el disco guardado de Fobia para no olvidar mi melomanía. La Güera Superior me llevó de viaje por unas cuantas veladas más a la onda rockera gracias a suaniversario y me encontré con un lugar retacado de flashbacks de aquella "inocente" ydivertidísima época por la que pasé y muchos amigos y novias que sufrieron conmigo en "ElFugazzi", "El Salvaje Oeste", "El Kiffi's", "El Jacuzz"... tantos y tantos jajajajaja...Volví a ver a los chavillos que se ponen tizos antes de ir al toquín, los expertos en música quebuscan debatir, las groupies que no saben a qué le tiran pero siempre han tenido esa fijación conel "rockstar", la madrina band-aider-querida de los nuevos rockers como la adorada Güera Superiory los veteranos (como tu servidor) que cuentan todo lo que veían en la época en que se brillaba.Ahí estaba yo, en el epicentro del próximamente famoso Decibel que ampliamente recomiendo para losnostálgicos del modus vivendi del "erre o ce ka". Vi bandas talentosas, bandas de uniformados que se ciclaron, bandas que nerviosos se ganaron a losespectadores, vi todo lo que uno llega a encontrarse en una película como "Almost Famous" deCameron Crowe. Y es atractivo funcionar como ojo externo durante la evolución el escenario rockeropoblano, las tendencias que muchos chavos que empiezan y tienen marcadísimas las influencias debandas que estaban de moda en la época cuando empecé con varios compas a tocar. Es un exquisitocirco.Esta temporada ha sido enriquecedora en cuanto a los menesteres de la música. Como algunos saben,me metí a producir y operar en la estación de la UDLA Resorts con su baratísimo estacionamiento.Todo el día estoy oyendo música, convivo con diferentes géneros que, bien a bien, te da chance decambiar de aires para no saturarte. Siempre y cuando no se tenga que oír al mentado reggaetón, nohay problema. Todos los días trato con varios géneros, algunos más taladrantes que otros, perosiempre terminan dejándome pensar qué tanto se puede clavar uno en las cosas que uno disfruta osimplemente admira. En ciertas ocasiones me toca ver cómo todavía hay chavos que piensan que Moderatto, Nicho Hinojosay hasta Yahír son célebres compositores. Ufff... O que sólo existe un género para escuchar y quelos demás son “cosas del diablo”. Creo que el oído se me está haciendo viejo y me ha dado porsimplemente tolerar y no creérmela como los demás, me cansé de ser el Josefo Ortiz de Domínguezcorrigiendo y tratando de regresar a todos a escuchar lo que a mí me gusta. No siempre haysolución para situaciones así, pero a veces resulta lo contrario y siempre es un deleite ver queun chavito ponga un buen disco o empiece a juntarse con algunos amigos y conecten sus guitarras.

Segundo Round con Una Mitad de Merecidos

1995, Alanis Morrisette se reinventa con un look más rebelde, unas letras desgarradoras sobre lainfidelidad, el amor, la rebelión de una mujer en el mundo del hombre con una revolución, unanueva voz llegaba para quedarse. Con 14.5 millones de copias vendidas ya para 1999, gracias a“Jagged Little Pill”, esta canadiense se convirtió en la primera voz feminista e ícono delchick-rock en el mundo. Un año antes, saca su segundo disco “Supposed Former Infatuation Junkie” yel anterior se seguía vendiendo. El nuevo casi no fue popular y se olvidaron un buen tiempo deella. ¿Qué pasó? Las segundas partes resultan apestosísimas. Los Menudo, Bronco, Mötley Crue,hasta el programa de VH1 “Bands Reunited” lo comprobó. Siempre se me han hecho una porquería. Se vuelve tan predecible todo. Para mucha gente, la segundaparte es una forma de regresar a aquel lugar donde se sienten seguros. Puede que un gran defecto de los sagitarios es que siempre nos ha gustado ir sin direcciónconcreta y que lo nuevo siempre nos llama la atención. Por otra parte, veo tanta gente que siempreva a pedir un segundo chance. No sé qué decir con respecto a ellos, para mí siempre será denegadoel permiso de hacer tal cosa.Porque siento que recorrí ya esa vereda, y las expresiones, y las cosas que son, siempre han sidoy se vuelve un poco monótono. Está claro también que saca un poco de onda ver los pocos cambiossimbólicos que ocurren al volver con esa otra persona, situación, trabajo, película, o cualquierotra cosa. Y sólo tú tienes que aceptarlo así. ¡Qué hueva!
Llevo varios días encontrándome a personas conocidas de hace tiempo. Que si salía con ellas, o quesi fuimos algo, o simplemente me agarraron de Kleenex en una borrachera y necesitaban desahogarsepor lo mal que les fue. Es muy interesante ver la expresión que tienen cuando les veo queregresaron con sus ex (Nota: no tiene que ser específicamente ex de noviazgo, puede ser “quever”,free, manita sudada, booty-call, lo que sea). Es una mirada, la que te echan, tan polisémica:vergüenza, enojo, cara de premio de consolación, mirada de “sí y qué…” pero con poca convicción,esa expresión de “ni modo, pero quiero”.
Cada que les veo me resulta perturbador, difícil deentender con mayor profundidad aún aceptando que he pasado ya por ésas; porque se siente esa sutilinclinación hacia la defensiva, esperando que les juzgue en el momento y la verdad es que no menace. Y al momento de hablar, no hay qué hablar.Bien a bien, te pueden justificar por qué regresaron y siempre vas a leer entre líneas que eraporque no pueden empezar de nuevo en blanco su vida. Es un poco triste; siempre es esa necesidadpor no estar solos y “el peor es nada” está a la orden del día. Otra de las tantas segundas partes que me pueden calar son las de los que viven el segundo aire.¡Hay hasta anuncios que los apoyan! Y ves cómo sale un tipo de cincuenta y chingo de años en uncarrazo pero con los vidrios polarizados para disimular la papada de moco de guajolote y los“rayos” naturales de cabello que se cargan. Y es la misma necesidad de pertenecer. Hay otra cosa que suele pasar: las primeras veces resultan buenísimas para cometer errores, y aveces se puede merecer una segunda oportunidad. Obviamente, se vale y funciona así también. O,¿cómo ven?
Hoy me he dado cuenta de que muchas veces no fui el mejor en la primera vez que hice muchas cosas.De hecho, tiene que ser así. Las primeras veces rara vez son un éxito. Me acuerdo que cuando me dimi primer beso con una galana ni sabía qué estaba haciendo, pero hice lo que hice y ella hasta mefelicitó. Probablemente ella era pésima besando también. Y no me acuerdo de ninguna otra primeravez que haya salido tan bien como para no pedir segunda oportunidad. Sin embargo, he tenido varias segundas partes y todas han resultado tan laxas, tan como MichaelJordan con el número 45, o como el regreso al mundo artístico de Fey. Perdonar es divino, pero volver a pasar por ahí para no cometer el mismo error es infrahumano. Espedir durante la segunda oportunidad que nos den una tercera, o mejor dicho “una segundaoportunidad dentro de la segunda oportunidad”.
Me he decidido a mantenerme constante con todo aunque sea para no darle una pausa para que no seconvierta cada rencuentro en un “Round Dos” y no permitir que se vuelva uno de los tantos ejemploscomo: cuatro mujeres en Europa, dos en EEUU, tres en el interior de la república, Jeepers Creepers2, los discos de The Cranberries, la segunda etapa de Aerosmith, mis trabajos. Me comprometo a ser solamente de una cosa y nunca determinar si se acaba o no. Ser como la energíay dejar que las cosas vayan evolucionando sin pausa.Creo que ya sé quién es mi mejor cómplice…

Crónica de la Tercera Ley de Newton

Cada lustro que uno cumple años resulta ser una mentada de madre. Es clave ver todas las cosas quehan cambiado en ti: que si la panza, menos pelo, si más pelo, si celulitis, si la condición, si lamúsica, la ropa, todo. Y es tan notorio que en el momento en que uno se da cuenta de que estánahí, no saben cómo sobrellevarlo. Pregúntenme, estoy a escasos meses de cumplir el cuarto desiglo. Generalmente ves en forwards algunos manuales de cómo has envejecido. Los Halcones Galácticos noentran siquiera en la programación de mis primitos de nueve y seis años. O quién sabe quiéndemonios era Bravestarr. Cuando volteas hacia atrás ves todos los apodos, los modismos y expresiones que caracterizaban atoda tu bola de amigos. Te acuerdas de las estupideces que hacías cuando no tenías nadainteresante qué hacer.

Si voltearas hacia delante, lo ideal sería pedir ayuda para no tener quever atrás y reírte o avergonzarte de quién eras. Siempre la gente se va a caracterizar por lo quehizo y será recordada por eso, no por lo que son meramente. Creo que puede haber algún reglamento,o hay datos implícitos para poder digerir lo que viene cada cinco años a causa de tus accionesprevias.

Hoy me di cuenta de que sí hay, y es rico oírlo; hacer tuya cada palabra aunque no te acerques altema del que se habla específicamente, los treinta años. Quienquiera que esté alrededor de esaedad está paniqueado por llegar o está viviendo el pánico de estar en ellos. Te preguntas si amarás por última vez, si alguien se aventará el paquete de soportar la pildoritaque te has vuelto. Te criticas y comparas relaciones que fallaron con la paciencia de los amigosque siempre debes de tener cerca y quererlos como ellos a ti por los años que llevan juntos. Sevuelve difícil. ¿No creen?

Al tener un amor, en el acto de demostrarle todo, sientes esa profunda quemada en el pecho que seextiende hasta la punta de tus veinte dedos. ¿Será la última vez que quieras? Parece que ya no,pero hay que aprender. Algunas veces, nos dejamos llevar por el amor y las señales por el tormento de no quedar parasiempre solos. La verdad es que, en algunos casos, la física le gana a las supersticiones, perohace experiencias inolvidables. Porque ambas cosas juegan un papel importante en los efectossecundarios de tu vida. Cuando te falta alguien, por más reciente que sea tu tiempo compartido a tu soledad, condicionasel “si tú no vuelves” y te haces en los pantalones. Te demuestras fuerte, te vuelves directo, oventajosamente rígido. La mentalidad recalcitrante de “pero sigo siendo el rey”, de “no habráesperanza y no habrá nada” se te pegan como rémora en la parte de atrás de la cabeza y sientes quela superficie del agua está tan alta que no le vas a alcanzar a menos que una fogueante manoentrará a sacarte de ahí.

¿Cuántas veces puedes morirte y volver a ser salvado? Quieren que parenlas calles, las horas y hasta el aire para que no sientas esa agonía. Pero al final pasa y tienesque volver a empezar, hacer babosadas, vestirte, oír y apodarte diferente para generar una buenahistoria y un buen plan de cinco años. Sin cita previa y fallida, me aventuré con unos compadres a ver jalado de la oreja un conmovedorchick flick protagonizado por freaks, psychos, alcohólicos, golfas y cafres que habla de todo loque les estoy contando. En realidad lo disfruté, me reí, me emocioné, dudé y aunque el rasposoolor del perfume de la espectadora de junto, el celular con el originalísimo ringtone de “LaMacarena” del de atrás y el frío incontrolable del aire acondicionado que trataba de reconfortar auna multitud de diez personas en una sala para doscientos no me dejaban adentrarme de lleno a lahistoria, comprendí que es cierto, no hay señales, sólo vidas y hay que renovarse continuamente.La tercera ley de Newton no te puede dejar más clara la onda de ti con la vida. Y lo mejor, es quetodos se relacionan con todo en un mismo momento. Vean la película mexicana de “Efectos Secundarios”. Lleven a su respectiva parejita, échense unaspalomitas y un refresco escondido en la chamarra. Una buena chamarra les vendría bien y claro,unas ganas de reírse de ustedes mismos. Disfruten el soundtrack, que tiene bastante buen score.Hasta encontrarán en qué usar cada canción para cada ocasión. Traten de ver con qué personajecoinciden. Puede ser que esta película esté hablando de su misma historia aunque no tengan treintaaños todavía.

Dolores, Mecanismos de Ilusión y el Incident e del Espagueti

-¿Hay material para escribir esta noche?Estoy fascinado con la serie Futurama que pasa en Fox.
Por si nunca has oído de la serie, trata deun chavo que se llama Frye. Por accidente, queda atrapado en una cápsula por mil años hasta quedespierta y se vuelve a adaptar a su nueva vida. Cuando se da cuenta, todos sus conocidos yahabían desaparecido y lo único que tiene como contacto familiar es un sarcástico tatara-tatara-(etc) sobrino que solamente tiene ciento cincuenta años de edad. Hay veces en que se me antoja vivir en aquella situación, pero encerrarme por mil años. Tambiénpor ver si el legado de mis congéneres y conocidos trasciende.
O si el mío también. Pero me da unpoco de miedo porque me quedaría totalmente solo. Siempre ha sido mi coco. Estas reflexiones me nacen cuando estoy un poco enfermo. Y es que la pseudo-efedrina me da siempreen la torre, me pone melancólico y me pongo a hacer cosas que no suelo hacer. Actualmente me he puesto a oír mucha música viejita: The Who, Led Zeppelín y un poco más para acácomo Deftones, A Perfect Circle, Smashing Pumpkins y Alice In Chains. Todos tienen rolas pegadorasque vienen con unos riffs tan intensos, que con la misma pseudo-efedrina me llegan, pongo másatención a la clase y me entra lo melancos…Ya saben, la música y los olores me provocan flashbacks impresionantes. ¿Cuánta música como la de ellos no ha sido pirateada en tantas formas? Puede que musical,intelectual, a nivel tendencia, influencia, no sé. Apenas me enteré que a los naquitos de Pandalos quieren demandar porque se fusilaron las letras y notas de algunas bandas ya conocidas en elgabacho como My Chemical Love, Green Day, entre otros. Me da pena pensar que somos al finalpiratas de ideas. Todo ya ha sido escrito.
Mis áreas, la merca y la publicidad, son ejemplos claros de la vendimia de ideas inciertas como el“úsalo y serás cool” o “cómpranos y vivirás mejor”. Me estoy exponiendo a la carrera de lasmentiras y la piratería creativa donde se proponen estilos de vida, se venden ideas inalcanzablesy se usan ejemplos pirateados de la vida real para reflejar que un producto puede coexistir entrenosotros. Es una enfermedad vender mecanismos de ilusión a ignorantes consumistas. Se enamoran, seadoloran, se ilusionan. Yo estoy adolorido. Tengo dolores físicos, psicosomáticos, desgastes que me provocan tristeza enla garganta, en el vientre al levantarme, en la cabeza al acostarme. Sin embargo, no dejo deescribir y desparramarme pensando que hay que enfrentarse. El descanso no se me da. Llevo días sin dormir bien. Anoche soñé con unas iguanas que meperseguían por toda la casa y al despertar pensaba que tenía una rara conexión con oír a JimMorrison tan seguido porque él es el Rey Lagarto. Pero me hice a la tarea de piratear informacióny pude ver en un cyber-diccionario de sueños, que soñar con reptiles no es nada bueno. Resulta quees algo negativo, triste, doloroso el símbolo de esos seres en tus sueños. La publicidad que me quiero impactar en la cabeza es que he estado enamorado y no estoy con ganasde volver a empezar. Se me fue un poco de lo que quería sin saber qué era y la misma medicina melo cicla como licuadora en la cabeza.
Querido lector, a estas alturas dirás que lo único que tengoen la cabeza es un espagueti hecho con iguanas, pseudo-efedrina y rock. Pero no, estoy enfermito ynecesito apapacho. Mi carrera futura me espera y tengo que enfrentármele aunque tenga la lanza atravesada entre lascostillas. El dolor de la pérdida es irreversible y deja una cicatriz en el costado bastanteespesa. Me vendo la idea, me ofrezco tener un mecanismo de ilusión aunque sea impalpable de quevoy a tener una mitad y que voy a estar completo hasta en salud. Comienza la semana y ya tengo mucho que hacer. Creo que sí tuve material para escribir.

Ráfagas

Es la tercera vez que despierto a las tres de la madrugada. Dicen que a esa hora es cuando se celebran cosas extrañas y diabólicas: tenebrosas. Pero procuro no poner atención a ese tipo de cuestiones. Sin embargo, me da un ataque de ansiedad. Siento que me falta un brazo, una pierna, ¡algo!
Me asomo bajo las sábanas y encuentro que todo esta en su lugar. Mi boca está seca, siento en la espalda humedad ya enfriada. Al instante, ráfagas me deslumbran y los párpados se aferran entre ellos sin condiciones. Veo desde adentro esos ojos, esa boca definida, oigo una risa y en el vientre un tenue rasguño. ¡Ese aroma! La piel se me eriza, los puños se definen y el cuello se endurece. Le conozco de poco y me ha seducido.
Me tiene desesperado que no pueda hablar. Es la tercera vez que me sucede en fila, y quiero levantarme de ahí. Tengo escalofríos, sé que me está viendo y que sus exhalaciones retumban en mis oídos. Quisiera echarle la culpa “al sistema” pero me conozco bien, no es así. Mientras tanto, las manos se han calmado y las palmas sienten cómo la sangre vuelve a transitar. La demencia me está colmando.
Cuando camino por los pasillos, la gente pasa a través de mí. Las paredes se dejan penetrar por mi desinterés y los umbrales de mi paciencia se enredan en un manglar de preguntas incomprensibles, inconcientes, incontestables.
Trato de agotarme durante el día mientras llego a la cama. Intento declararme moribundo para no dejar que las ráfagas me despierten. El pecho me arde y el calor es insoportable cuando trato de volver al sueño. Por otro lado, la sanidad de mis ideas se está volviendo una calle con baches, como la que veo cada que me asomo a la ventana a ver quién me contesta tras el alarido de mi encierro. Qué ansiedad me da ahogarme en ese calor, o en un líquido drifting sentimental y no sentir un brazo querido que se extienda para mí. Tengo miedo de faltarle a mi sangre, mi amor, mi aire.
Quisiera deshidratarme gota por gota sin llegar a ahogarme, dejar que corra un rato un reguero y que de ahí las ideas se me cultiven con el aire de un vuelo que recién nació tras la partida de mi última mitad.
La cama es una carátula donde soy las manecillas y los engranes mi impaciencia por concebir el sueño y pensar en otras cosas: que si el mañana, que si el al rato, que si el luego. Cada hora que marco una nueva idea para tener la conciencia en su lugar. Pasan cada vez más lento, y yo no sueño dormido. Las ráfagas son más intensas y me oprime el cuerpo un trueno que se formó desde la punta de su frente hasta mi plexo. Quiero paz.
Y cuando el silencio calma los latidos y el clima se templa, siento la oportunidad de despedirme del juicio. Pero no termina ahí; los primeros ases se filtran por la cortina sacudiendo las rendijas de mi visión y se acompañan por el loop de la naturaleza de cada mañana.
Creo que quiero volar lejos y alcanzarle el destino aunque antes fuera un ángel de la luz y ahora reine las tres de la mañana, para ver si respiramos igual, para ver si puedo dormir y finalmente descansar.

Tres Meses en Pueblayorrr...

Tres meses pasaron desde que se me había ocurrido acercarme de nuevo a mi autoterapia reflexiva de las chatísimas crónicas que tanto insisto en hacer para ventilar, llenar tu mail, querido lector, y quitarme un poco de peso del lomo. Fue un excelente verano pero no hay suficiente espacio para contar todo con detalle. Simplemente fue justo y necesario un verano como éste.
El análisis
Después de unos kilitos más, pero una habilidad para ir al gym y reponerme de lo que sudé gracias a los malhechos éxitos del Tricolor en la tierra de los nazis, el ocio por andar buscando no estar encerrado y aburrido; me di el lujo de volver a las andadas. Vaya que me fleté buenas idas, venidas, aventuras y de más en compañía de la reencontrada banda de los Chemos. Casualmente se encontraba más de la mitad desempleada para el verano y con un sueldazo por debajo del salario mínimo para seguir celebrando durante esta temporada. ¿Cómo nos las ingeniamos?, quién sabe, pero seguimos jugando a que éramos adultos durante 12 semanas completas. Ah, y cuando de plano el presupuesto era para llorar, jugábamos Turista (Monopoly). Me renté como borracho para fiestas, pedidas, primeras comuniones, miles de exámenes profesionales; me volví un empedernido lector de TV y Novelas. Retomé buenos hábitos después de la quemadota que me di en primavera trabajando y estudiando. Ya como decente, duermo mis horas (ha veces de más). Me volví hijo predilecto y embajador de mi familia en lo que duró el verano. Retomé la filosofía del padrino y decidí vivir una chaqueta mental en la que de alguna manera Presno es lo mismo que Corleone, ¡y ahí voy de baboso! Aproveché para ver cómo me alcanzó la vida y entender que puedo estar haciendo cosas todavía sin ser inútil total. Por cierto, la revista Réplica Joven va a tenerme ahí hasta que se aburran de mis escritos, no olviden buscarla. Hay proyectos para dentro de un año estar haciendo en grande cosas entre Barcelona, Río de Janeiro y Houston que, ojalá que por lo menos uno de ellos se me cumpla.Nada mal estuvo no saber de nadie, sólo jugar al auto-indulgente. Pero ya se estaba volviendo un poco monótono y decidimos que era muy probable que no nos juntáramos otro verano los amigos por si el trabajo y alguna otra cosa que no nos permita seguir juntos de flojos. Ya hay algunos amigos graduados, otros casados y algunos en el “a ver si…” de la Uni. Nos decidimos, juntamos unos morlacos, el bólido del Mariguano, tres botellas de alcohol, unos sangüicitos, y que nos vamos adar la vuelta por algunos pueblos para comer cosas exóticas mexicanas (no hablo de mujeres, ¡bola de nacos!), una buena nadadita en los rápidos, una fantasmagórica antreada con la raza del puerto y alguno que otro chance de no acordarse ni como uno se llama, ni para donde se iba a ir al siguiente día. ¡Ah!, y me volví a enamorar, para no dejar a un lado los menesteres sentimentales y como siempre, en mi serie de ficción, hay siempre “peros” para que no sea plena mi situación. Es otra que se me va lejos, pero digo, después de la tercera ya aprendí que esas cosas no son rentables.
El Viaje Extremo de los Cuatro Caballeros del Apocalipsis
Ha sido increíble ver cómo resultó tan variado mi verano, considerando que casi no hubo mucho que hacer. Viví un rato en catarsis física arreglando mi vida (mi panza), pero no hubo mucho éxito y ya que lo iba a lograr, salió que nos íbamos de viaje. Traté de conocer un poco más de mi México con tres buenos aliados: el Chinos, el Mariguano, y Truku-tru. Para nuestra suerte, en pleno camino, Truku-tru, iba jugando y decía “No mamen, no tendría madre que si moviera así el brazo, se saliera el mapa por la ventana y valdríamos madre”. Pues, ¿Qué creen? ¡Sí lo voló Truku-tru! Era el mapa para llegar a nuestro primer destino y ya teníamos el primero de tantos “high-lights” de este cuarteto. Fuimos devorados por moscos, hicimos el viaje extremo a los rápidos, a la playa, a las montañas y a los pueblos de paracaidistas. Ocasionamos fraude fiscal a un hotel que nos quería cobrar y nosotros no queríamos pagar, ¡hasta la llave del cuarto nos quedamos! Bebimos en zonas donde era prohibido introducir alcohol. Compramos cubas de $20 a $70; comimos chango, entramos a un gay-bar sin saber que era tal cual, hasta que una de las dueñas (que resulto ser la auxiliar de la Secretaría de Turismo en Catemaco) se andaba restregando con una coqueta morena de caderas llamativas y ojos pizpiretos que buscaba que alguno de nosotros le compráramos una copita.Ligamos extremo en el clímax de nuestra etílica conciencia en el pueblo de Rinconada con desinteresadas bastardas, hijas de camioneros perdidos, con coquetísimas dentaduras incompletas o cubiertas de metal y panzas más prominentes que el relleno de sus tops de playa. Tuvimos Extreme-Pedas mientras limábamos asperezas fraternales, conyugales, y hasta estomacales, ¡ah! y conocí un chango que se llama como yo. Tan extremo estuvo el viaje que aplicamos ser “súper-extreme” hasta con nuestras funciones naturales. Todos los días estábamos corriendo al baño por cada cosa que comíamos o tomábamos. Gran parte de nuestro presupuesto se destinaba a la Sociedad Melox-Pepto de Pueblayorrrr… ¡Extreme-Panza!Mientras tanto, celebré como si me fuera a morir en poco tiempo, me reencontré con mi familia de manera poco ortodoxa en el delirio de la situación tan apretada que los cuatro aventureros llevábamos y era justo y necesario pedir una manita de gato para emprender el regreso. Nos hospedaron y nos consintieron en el Puerto. Más que agradecidos no podemos estar, fue muy a gusto.Nos la pasamos chévere jugando a que “¡esa noche somos invencibles, no hay nada que nos pueda detener!”Fue el viaje ideal para el cuarteto de babosos apocalípticos. En fin, volví a mi pueblo quemado, mosqueado, crudo, jodido, más panzón y feo que de costumbre. Ya extrañaba no tener que ir al baño sudando frío y prendiendo cigarros por si los olores de los otros tres que andaban igual que su servidor.
La Última y Nos Vamos
Parece que es el último verano que tengo como “Hijo de Papi” de los UDLA Resorts y comienzo con todo lo que se pueda en la última fase de mi carrera como comunicólogo regenerado a mercadólogo.Hay que planear la tesis, retomar el ritmo de vida de un buen deportista y dejar a un lado el frasco, conseguir lo más que se pueda de opciones para tener un poco de certeza profesionista para antes de que termine mayo del 2007. Francamente no estoy muy ansioso por comenzar mañana de nuevo todo, de hecho, me da flojera. ¡La fiaca es lo de hoy, señores! Pero reconozco que no puede ser así para siempre, quiero congelar el tiempo, un ratito aunque sea. ¡¡Ándenle, un ratito nomás!! De paso me disculpo con todos ustedes por no haber escrito tan seguido, pero me tenían ocupado y la inspiración sale generalmente cuando hay algo medio amargón sucediéndome. Como pueden notar, no ando tan mal, pero verán los avances de este Jekyll-Hyde. Por ahora los dejo, comuníquense por favor. Hay que sacarme adelante y estar preparado para este último jalón. La escritura va a seguir y van a notar detalles nuevos, porque planeo tener un duelo más porque me va a faltar un ratote mi querida cómplice y conquistar un decente resto de mi vida.
Aburrrr!!!

Ah, que morbo con la Fayuca!!! Ahi les va la neta...

Señores: Solamente es para escribirles, y darle un punto final a este bodrio informativo que tiene a medio Puebla paranoiqueado, abrumado y un poco impaciente.Les mando el link con una lista que les va a dar tanto gusto como ganas de darse un buen tope en la frente por andar de morbosos. Dicho link tiene la lista de nombres de los damnificados durante el accidente en un antro en la ciudad de Buenos Aires hace casi ya dos años. El antro se llamaba Cro-Mañon. Como dato extra, en aquel sitio se llevó a cabo el concierto de una popular banda argentina llamada Callejeros. Mientras la banda tocaba, hubo un problema con unos juegos pirotécnicos que provocó la muerte de varias personas y a algunas afectandolas de manera inmencionable. Pero por ahí no va la razón por la que les mando este comunicado. ¿Cuál es la intención de darles la dirección de tal página de Internet? Pues muy sencillo, para todos aquellos que se tragaron y discutieron, profundizaron, juraron ser vecinos del primo del amigo del novio de la amante del abuelo del pobre chamaco que le toco "horrorosa" experiencia de ser violado, rebanado, achicharrado, desconchinflado y de más por unos rufiansetes de la Fayuca, mejor conocida como el mercado "Jorge Murad Macluff", es puuuuuuura babosada. Al final del mail del pobre chamaco donde asegura haber sido victima, junto con sus amigos en "La Fayu", aparece una lista de nombres de personas que se "aunaron a la causa" a favor del sodomizado escuincle. Francamente, resulta no sólo ser un texto deplorable; con una ortografía hecha a la medida de un tarado con coeficiente intelectual de dos cifras. Y claro está, su redacción recuerda a los librazos de CuauhtémocSánchez y le está provocando a la gente reaccionar de sobremanera como ignorantes fanes de "La Oreja" y "Ventaneando".Ojo, esto no significa que este mail apoye el comercio pirata y el manejo tan poco efectivo de los organismos judiciales en el país. Es triste tener que verse en la situación de tener que recurrir a ambas agrupaciones y recibir sinsabores si bien se sabe que: comprar en la fayu es igual de caro que en un establecimiento donde se pueden dar, a diferencia de ese mercado, crédito, cambios o devoluciones sin peros, y lo mejor; son productos originales. En cuanto a los mequetrefes que quieren hacerla de "chota", ni se diga, es un tema de nunca acabar. Pero señores, les invito a que sean un poco más despiertos y dejen de andar de morbosos repartiendo esta porquería de texto. Es triste pensar que se ha vuelto moda mandar tantos mails como el de los victimados mocosos. Y es peor que tengan que paranoiquear a la gente sin ser oficialmente informados. Los medios ya lo confirmaron, no es cierto.Por favor, déjense de pendejadas. Pónganse a chambear, a leer cosas con valor intelectual, a cultivarse, a ser más objetivos. Procuren ampliar su percepción y sentido común.La dirección del link es esta: argentina.indymedia.org/news/2005/01/251873.phpEspero que esto les calme tanto morbo, generen una conciencia objetiva y colectiva y dejen de atascar el mail de la gente que tiene que estar mentando madres, como su servidor, porque quita espacio para tener archivos de mayor importancia.

Un abrazoChato JMPdeS

sidarta8@gmail.com

Pd. Si no me creen, sólo copien el nombre de cualquiera de los nombres de la lista al final delmail de "La Fayu" y encontrarán que cualquiera de los de la lista aparecen como damnificados delantro Cro-Mañon

Carta para Vos

Te he vuelto a ver, estabas cruzando directamente hacia mí. Y flotabas en una escena en cámara lenta. Mis mecanismos de ilusión se alteraron con un pulso imparable. Eras tú quien pasaba con esa expresión malentendida entre lo cándido y lo demoníaco. Sentí en un momento que era Perseo y me convertiría en piedra… Sentí que era cómplice de tu ficción. Llevo un tiempo encerrado en este paradero con una ventana hacia el exterior. El mundo se mueve y poco a poco se erosiona mientras las cascadas del tiempo le hacen honor al destino. La desesperación se está convirtiendo en ese cómplice que me incita a suplicar, como en cualquier otra carta amorosa, me rescates de este Júpiter personal. ¡Regrésame a mi mundo perfecto! Pido con alaridos desganados, encerrados en un cuatro por cuatro mental. Una dramática mano, temblorosa, se levanta hacia la ventana. ¿Y si resultamos obstaculizados por el exterior? ¿Qué pasa si no merezco un socorro suave que me estreche y me dé un jalón de aquí? Este aislamiento me apetece expirar. Finalmente puedo resignarme a quedar aquí, pero, ¿y si te falto? ¿Qué no te has imaginado que te quiero? Me niego a ser devorado por la cuestión de un“resto de nuestras vidas”. Preferiría no hacer nada y no dejar que me pase algo. Por si te llegara a fallar y terminara con mi sustancia. Rescátame con un beso; que a veces, me recuerdo a una luz tintineante en el fondo del cuarto, donde nadie oye, donde nadie recuerda. Te extraño y aún no te conozco. Nunca nos hemos tenido. Nunca hemos sido sincrónicos para darnos un respiro que, al exhalar, se convierta en un nuevo aliento que se adentre y te enseñe cómo es todo por dentro. He procurado ser tan obvio como puedo. En el trayecto veo esa mueca que me anima a dar otro paso hacia delante. Sólo toma un pequeño lapso para visualizar ese próximo “final feliz” en un cuando que no puede contarse en estas líneas. Me aventuro a decir –hola- y me viene uno de vuelta. Hay éxtasis retumbando en mis paredes. Nace un súper héroe jamás inventado. El pulso, el humo y la consecuencia son tabúes. Mi sangre llega al tope de ansiedad. La garganta se amarra y en otro lapso hay un ir y venir intenso. Dos formas en exaltación se pasean entre sí. Fuertes suspiros coincididos se abrazan y se pasea entre los dedos el sudor que un esfuerzo por arrancar un cariño que la piel suplica. Es imposible de parar, es agudo, te quema por dentro. Fechas, razones y pretextos brotan de mis poros al cantar dos palabras. Es ahí donde quiero estar. Donde merezco estar. Me he rescatado en una quimera de sabores exquisitos. Me quedan pocos sentidos por satisfacer. La esencia se vuelve sólida, me endurece el cuerpo. Lentamente van pasando esos años, esos afectos, esas señales que siempre quería oír de ti y devolviera con tanta tibieza sin pretexto. Pero sigues flotando, yo soy una nube de humo, y me atraviesas…

Mártir con Freno de Mano

¿Nunca han estado tanto tiempo haciendo tantas cosas y rogando que el día tuviese por lo menos28hrs., los días en la semana fueran 9 y que el sueño no fuera un dogma? Pero, es peor cuando tienes ese horario tan apretado, te jalan de todos lados y a veces no te puedes ni dividir, tu velocidad es de 250Km/hr, tus pistones están al tope, el sonido en tu motor mental es fortísimo, te vas calentando, la inercia es totalmente afanosa y ¡pum!, truenas. Tus válvulas se quedan en punto muerto, tu velocidad es la misma pero no llevas nada, se siente ligero, se siente desobligado, se termina nada más: ya no hay nada por hacer.He abdicado de muchas de mis obligaciones para empezar con un rotundo “borrón y cuenta nueva” en la curiosa, catastrófica, floja y revuelta vida de este charro negro. La Gober Preciosa dejó su cargo involuntariamente como funcionaria a base de que el parlamento no sentía que el desempeño, el interés, facultades mentales y los objetivos estuvieran sintonizados con el Honorable Congreso de Nuestra Unión. Así que fue hace tiempo ya que ha sido desplazada. O sea que fue renunciada por orate.Las obligaciones como consultor e investigador social en el changarrito que levanté fueron revocadas a un nuevo proyecto, en el cual no participo debido a que mi tiempo ha sido enfocado a la terrorífica campaña de tesis. ¡No se la pierdan, que va a estar aburridísima! Gracias a Dios, todavía no comienzo a hacerla.Los proyectos están a la vuelta de la esquina, sólo es cuestión de paciencia. Pero, recuérdome que no soy tan paciente como puedo aparentar. Tengo esa agudeza de ser tan gentil con el tiempo como Mike Tyson con sus mujeres. Finalmente mi inercia se convirtió en una fabulosa rutina que, si no fuera por el mundialito bimbo que (aprovecho para decir que qué pinche estuvo su inauguración, no cabe duda de que los nazis esos son una hueva) me ha tenido entretenido, ya hubiera “picádome” los ojos, y claro está, las visitas al gimnasius para bajar la panza están comenzando a pagar sus frutos. No sé cómo, pero si creo que ya cobra. Mi huraña vida se ha vuelto muy interesante. Concluí que el mundo sigue girando y la gente sigue haciendo sus proyectos, sus metas. Unos las alcanzan, otros las dejan a la mitad, veo relaciones nacer; otras, renacer; otras, morir en pleno quirófano; otras, en plena cama; otras, ni comienzan.En realidad me da mucha envidia porque es muy fácil reponerse y volver a empezar. Los triunfos y las derrotas pasadas son sólo cuentos para la sobremesa o para confesar en un procesador de palabras mientras un espectador no tiene nada que hacer y le dedica unos minutos para entender qué ha pasado. Me duele mucho pensar que siempre he tenido esa fabulosa habilidad para apegarme al pasado para analizar qué salió mal, qué puede hacerse mejor en un futuro, qué fue lo que no me gusto, y colgarme un escapulario y declararme mártir. (Esa última confesión presumo heredarla de las mujeres de mi casa, ya saben cómo son las madres judías).Por otro lado, es una pérdida de tiempo y me he dado cuenta de que entonces, siempre he perdido el tiempo. ¿Pero por cuánto tiempo dejaré de ver hacia esta parte del tiempo cuando podría ver a su antónimo?Puede ser que el apego se dé porque siempre habrá “memorabilia” regada alrededor que haga pensar sobre las raíces o sobre las acciones, resultan ser una cicatriz para la piel de una crónica. El cuero se me enchina si recuerdo hasta lo que pasó hace horas y no entiendo por qué el pasado siempre me atormenta y me dan ganas de olvidar de manera más sana. Siempre mis duelos han sido tan suaves como ver a un faquir entre vidrios. Este lapso ha sido bueno para detenerse y reflexionar. Sin embargo, ha sido un freno de emergencia que me desacomodó todo por dentro, por fuera, a uno lado, al otro… Frenar de manera tan abrupta y voltear hacia atrás para entender por dónde se ha recorrido para no cometer los mismos errores puede ser un buen paso para retomar una nueva vereda y evitar que los errores salgan, porque resulta más barato impedirlos que arreglarlos. Al final se vuelven más caros.Me di color (por lo menos) de qué es lo que no quiero cuando se trata de un mandato sentimental, qué tipo de paciencia y gente me viene bien, qué metas puedo tener y hasta dónde puedo ofrecer de mis ventrículos y aurículas para un merecido final feliz. Uno de esos que tenga movimientos felinos, que quiera sentirse tan deseable y que espere siempre que sople una mini brisa y le levante el pelo, que le provoque esa pequeña cosquilla que le anuncia un beso en la parte de atrás, entre el cuello y la oreja. Mi tristeza por estar tan inútil no puede ser mayor. El ánimo que pudiese tener es tan grande como tener agua entre las manos. Por ahora el tiempo ha sido igualmente justo para todos, cada quién lo ha utilizado a su gusto y tiene que ser así. Gracias al Dios del Fut (¡callate, hereje!) el Tri nos sorprendió con un debut de tres goles bien puestos y esperemos no se confíe y la riegue –como es costumbre-. El clima en Pueblayork de los Ángeles está portándose todavía decente. ¡Hay qué hacer todavía en este pueblo! Por mi parte, hay que arrancar de nuevo, mis motores se están reponiendo y la gustosa gana de ver hacia delante sigue siendo un proyecto. Pero, ahora prometo cumplirlo. Me consuela ver que ya ha pasado un año de revolución interna, ha tenido resultados formidables y se pueden reflejar porque esto, querido lector, es una crónica más que refleja las preguntas de todos los tiempos: “¿quién soy?”, “¿qué chingaos hago aquí?”, “¿Adónde va a acabar todo lo que hago?” Y claro está: “a ver a qué hora se calla este pendejo con sus crónicas”.Luego les cuento algo consistente…¡¡Aburrr!!

Los Mostros Atacan Pueblayorrr...

“Hoy no me puedo levantar, el fin de semana me dejó fatal…” pinche Nacho, tenía razón, el muy desgraciado baturro entiende bien lo que es sobrevivir una noche de terror entre copas y curvas (interpreten lo que quieran). Así la viví esta última noche donde confundí, me lucí, bailé, canté y enamoré las criaturas de la noche. Pero, como siempre me decían en la casa, “por la noche, no te vistas de Halloween porque te vuelves imán para los monstruos”. Fue entonces que aquella frase me pego mero entre los ojos. Como les había contado anteriormente, me he convertido en un neo-fitness boy que se lanza cada tarde con los Jariochos Bros. a embellecernos un poco más levantando pesas. Dio la mentada casualidad de que nos topáramos en toda esta semana con la horrible suerte de que en este pueblo, que qué chulo es, ¡espantan! Imagínate, carísimo lector, que hace unas cuantas noches, iba de salida de mi rutina oficial de enguapesimiento con la Jariocho Sister, y en el menor descuido, que viene a ligarse a Eddie Munster saliendo del gimnasio. El pequeño hombre con licantropía se arrodilló, extendió su mano hacia el frente y le recitó en las ya sabidas palabras del único charro que conozco que le gusta vestirse con cuero y decía “te quiero, lo digo como un lamento, como un quejido…” (y ya saben el resto). También nos topamos con personajes tan parecidos a los monstruos q aparecían en el programa de “Buffy, la Cazavampiros”. Lo interesante fue comprobar que la cara de aquél personaje, era nada más y nada menos que una persona que no necesitó de las avanzadas artes del maquillaje profesional para aparentar ser monstruo (golpe bajo). Nota al lector: con este documento, no estoy hablando acerca de la belleza contra la fealdad, confiésome, adorado espectador, que solamente estoy hablando acerca de los monstruos que se portan como tal, no estoy buscando la oportunidad de criticar a la gente diciendo que son monstruos por no cumplir un estándar físico, bien a bien, no soy tan agraciado para considerarme el Jude Law dePuebla de los Ángeles (sería como morderme la lengua). Simplemente, los monstruos, para mí, son criaturas que salen de noche, se convirten al atardecer, se comportan de manera bizarra, hacen locuras, desbarajustes y generan lástima, asco, a veces ternura, pero en general, pueden dar repele, miedo, pavor, y a veces se vuelve un atractivo: como una visita al circo o al museo deRipley. Toda una travesía visual me esperaba en el resto de la semana. No paraba yo de sorprenderme con la experiencia tan bizarra, puesto que a la siguiente noche, en comitiva con mi carnalito, su chava, el otro hermano Jariocho, una bola de chicas “nice” y su charro negro tuvimos la agradable compañía en un murciélago, y no es broma, literalmente se metió un mentado mur-cie-ga-lo a la casa. Y eso no fue todo, conforme pasaba la noche, los monstruos se iban asomando entre las sombras, las copas y los sillones de la casa, una invitada, después de llevarla por uno de los antros más conocidos de Cholulandia, se me convirtió en súcubo, otra se me convirtió en momia, otro se me convirtió en hombre invisible, y otros nos convertíamos en caníbales disfrazados de bailarines… La semana pintaba para todo un thriller de Ed Wood, con tanto monstruo que se me aparecía, supuse que ya no iba a haber más sustos, pero me equivoqué. En un rendez vous con algunos amigos que prontamente se me van a desaparecer por cuestiones laborales, sociales, etc, etc, etc. Vi que los monstruos me perseguían o simplemente se me aparecían. En la reunión vi a vampiros, monstruos del lago, fantasmas, y se iban convirtiendo conforme pasaba la noche. El monstruo que más me gusto ver fue La Llorona, dando lástima por la fiesta. Tantos monstruos vi, y remantando la noche en el antro, vi a más monstruos que invadían como zombis las calles de Pueblayork. Qué susto me dio. ¡Qué pánico, qué feos pinchis mostros! Y bueno, hoy en la mañana, como todo buen domingo para pasarla tranquilo, me hice yo solito una limpia para no toparme con monstruos nocturnos. Espero que haya funcionado y que me libre de todo mal bicho. Por ahora, no puedo comprobar nada puesto que llevo ya más de 24 horas encerrado comoRaúl Salinas en los aposentos de mi humilde morada (color azul con rosa). Ya espero que mañana cambie todo, vuelva a la normalidad, Y mañana, me lanzo de nuevo con los Jariochos Broders y a ver a mis socios para desenlazar el destino de mi chamba, mi vida como veraniego joven pre-graduado, resolver mi status quo como soltero codiciado, y lavar ropa para verme decente. En fin, prometo seguir con mi terapia y contar las babosadas que he visto en la semana. Y en las hermosas palabras de mi héroe Mauricio Garcés les digo: ¡Arroz!

Y Salió Ileso!!

El show debe continuar y siempre ha sido difícil decir esto cuando te queda poca energía en el cuerpo pero el alma te pide a gritos que continúes. Este último tiempo ha sido todo un circo, entretenido, de technicolor, dinámico, intenso, y sabores tan extremos me dejan pocas cosas que decir. ¡Qué semestrazo! Querido lector: hace mucho que no me había sentido tan vivo haciendo tantas cosas en tan poco tiempo. Me siento orgulloso de “Mimismo Presno de Santos” y de la runfla de rufianes que me acompañaron en esta última gira de mi circo por la vida. Siento que me sigue faltando mucha babosada por hacer, por ahora, casi completé mi Diario de Motocicleta como el Che, pasando por lugares hermosos en Sudamérica –como quien dice, pasé a hacer mi gira de promoción pa’ que me conozcan-; regresé a la jaula de los leones y me reencontré tratando de domar tanta bestia como pude en la universidad, en la calle, en los bares, donde sea.Promoví mi “Freak-Show” donde me presenté con tanto “mostro” como pude encontrarme (prácticamente, me di mi roladota con el sexo opuesto y lo valió, me repuse de demoños viejos, de tiempo perdido en una monótona idealista y estúpida monogamia que no prometía nada NOTA AL LECTOR: no todas mis escapadas fueron freaks, no creerías las chuladas de sirenas que me querían jalar al fondo del mar y ahogarme con su canto); concilié buenas amistades del mismo sexo y fue curioso que sucedió con algunos que gozaban de los placeres del mismo sexo (¡¡ufff!! ¡¡Zafo!! Pero son cagados los personajes estos); me contraté de payaso para caer de gorrón en fiestas y exámenes profesionales saliendo exitosamente como el alma de la fiesta y liborio de las abuelitas de los celebrados, me paseé por el trapecio cuando me volví delincuente por una noche en el corralón de San Andrés, Cholula; tragué fuego cuando me reencontré con el amor de manera fugaz, intensa pero hermosa. Sin embargo, resultó ser un encuentro terapéutico porque ví todo lo que me gustaba de una relación y también me dio una buena idea de lo que NO quiero en una pareja para el futuro; trabajé de mago e hipnotizador terapeando parejas deshechas, rehechas, de todo un poco… y, ¿por qué no? Me metí a la rueda de la muerte recibiendo cuchillazos cerca de la cara y el cuerpo mientras giraba cuando me llegaban llamadas anónimas de “peores enemigos” lo cual me fue un poco ridículo puesto que ya un enemigo es lo peor que puedes tener: ¿Cómo puedes tener un peor enemigo? Adoro a mis letrados enemigos (jaja). Y claro está, estuve de estudiante y de emprendedorsete buscando el hilo negro de la mercadotecnia y la publicidad con mis otros tres Caballeros del Apocalipsis que les he extrañado los últimos meses y no estar con ellos por andar de parranda en: salones, bibliotecas, salas de estudio, computadoras, trabajos en equipo y si ya daba chance, pos unas chelitas con la adoradísima Línea de Golpeo que cada fin de semana me enseñaron que hay maneras muuuuuuuy creativas para consumir el adorado Elixir de la Desinhibición.Buenos meses vinieron después de tanta chinga y tronarme los dedos, me gané corazones, otros los eché al basurero, otros los estudié, otros nomás no los entendí, otros me resultaron un cubo deRubik y de plano me di el lujo de comparar con las chingaderas que he tenido en el pasado. ¡Ah, que pinche divertida me di! Nunca había dormido tan poco, hecho tanto, ganado kilos en tan poco tiempo y seguir sin parar. Y, bueno, la cartera ya es otro tema, quedó un poco desgastada pero ya se recuperará. Los planes siguen, hay desde hablar de música, hasta hablar de chamba bien.Que, por cierto, me ha nacido la idea de irme a la tierra de los Cariocas a buscar el pan cuando termine la carrera. No sé todavía si mañana cambie de opinión pero, hoy por hoy, quiero hacerlo y seguir aprendiendo. De cualquier forma, busco también la forma de equilibrar mi cabezota de melón con tanta madre que me ha pasado. A veces siento que viví una película de Tim Burton que duró un semestre y ahorita estoy en la parte de los títulos del final de la movie. Pero sólo es hablar de un capítulo, ya habrá más películas que filmar en la mente y el corazón. O nuevos circos con nuevos actos. Por otro lado, ya me entró la desesperación de hacer más plata (como todos) y ver si finalmente encuentro a esa señorita de ojos de luceros inquietos y labios carnosos y sensuales que me provoque decirle las grandes palabrotas que toda damisela quisiera oír y regalarle un Emiliano, un Patricio y una Valentina y que no les falte nada. ¡Joder! Acabo de darme cuenta de que estoy pensando en sentar cabeza, pero quiero hacer tantas cosas antes… espero tener suficiente tiempo y lana para hacerlas. Por lo menos sacar la maestría, una buena chamba y un día a la semana que me deje descansar por lo menos para que aprenda a hacer solfeo, o tru-trú, o bordado, o no se qué chingaos… ¡¡golf!! Pa’ que por lo menos haga algo de provecho cuando no lo estoy haciendo(tu-tu-pah). No puedo entender cómo ha sido que memorice tanta babosada, barbaridad, bodoquismo y ridiculismo en tan poco tiempo, sobre todo: que lo haya hecho y que haya salido ileso. He estado leyendo tanta cosa tan orate, “que si nos vamos a extinguir”, “que si nadie tiene chamba”, “que si Sabrina se aumentó otros tres litros de boobies”, “que si otro compadre sale del clóset”, “que si el pasado que me persiguió resultó más cochino de lo que imaginé”, (¿se fijan como ando que echo tiros?) ¡Ando inigualable! Por cierto, para no perder la inercia ahora estoy de “Wannabe Fisiculturista” o haciendo el acto de “El Hombre Más Fuerte del Mundo” reponiéndome con mi lectura y escritura terapéutica y levantando pesas diario con mis queridos amigos los Hermanos Jariochos. Que qué cariño les he agarrado, tan iguales y tan diferentes: empezando por el sexo, pero se parecen hasta como hablan.Así que, el día que anden de fodongos, pónganse las pilas y llámenme y vamos con los Hermanos Jariochos y nos ponemos a bajar la lonja (que esa nunca deja de estar. Creo que en el circo que he llevado a cabo en los últimos meses he hecho marometas, he estado en el trapecio, tragado fuego, en la jaula con los leones, de mago, de hipnotizador, de tanta cosa que no recuerdo cuál papel me gustó más. Puede ser que el rol que más me gocé al final, fue el dehaber sido espectador de todo mi circo. Qué divertido ha sido, tan colorido, tan apestoso, tan desmadroso, tan aburrido, tan amoroso, tan… mío.Prometo seguir contando babosadas en este verano con mayor interés. Esto es sólo la última pitada del porro más psicodélico que haya vivido en mi vida. Empiezo con otro vicio para que puedas leer entreteniéndote, querido lectorsazo de mi vidaza, pronto.

Un literario abrazo de “mi parte” (¿no puedo ser más sucio?)

Por cierto, el blog sigue vivo… cronicaschatas.blogspot.com

Karma, hasta que el cuerpo aguante

Nunca había leído desde el punto de vista del espectador mis propias crónicas. Generalmente las he compuesto y directamente las subo a la red como si fuera una especie de trabajo. Inconcientemente sé que hay algo de análisis dentro de lo que escribo, pero me conformo con ver que no se vean muchas faltas de ortografía y que tenga un poco de elocuencia lo que trato de relatar.
Hace unos días me di el lujo de ver qué "demoños" pongo en mi blog y me puse a leer detenidamente qué pasaba entre líneas y qué tipo de mensaje he dado. Esto, obviamente, tiene un pretexto. A raíz de la última crónica, noté que hubo respuesta de muchos de ustedes con respecto a lo que decía. Hubo pésames, disculpas y en otros casos; confesiones. Francamente, me encantó y por otro lado, fue una prueba que no tenía planeada implementar. Me encantaron la humildad y las palabras de aliento, me sorprendierion confesiones que no pensaba me fueran a botar, me hundieron las propuestas y me remataron los ultimatums y regaños incomprensibles.
A mi juicio, me apliqué un poco de cada una de esas cremas sobre la piel después de leerme. Creo que la boca se me ha ido de más, o los ojos de los demás se asomaron a una ventana que tenía con cortinas ligeras. Me confieso ser un excelente relator de todo lo que hago, mas nunca de lo que realmente soy. Y me asustó ver cuánto abrí la ventana, cuánto se asomó el resto y cuánto se pudo ver. Al final, todo pasó y me dije que esto era una simple manifestación de progreso. El hecho de externarme de manera metafórica y negarme al ostrasismo emocional que suelo manejar, a través de las Crónicas Chatas, me ha ayudado a entender que no está mal, pero a veces resulta que estornudo y a unos cuantos les da gripa. Ha sido interesante ver que a muchos les "quedó el saco" y no han entendido que esta crónica puede no ser tan personal a nivel conflicto. Siempre la escritura ha sido basada en hechos reales, pero no siempre mantienen un porcentaje personal per se... Hasta que pueda darme el lujo de reírme más de mis vivencias, daré puntos explícitos de los personajes que se me han juntado por estas crónicas y verán que no hay nada de problemas tan-tan personales. Tal vez, es una cuestión de Karma.

Hoy te voy a contar una simple reflexión que me tuvo un poco clavado en esta última semana. Y es que me ha resultado muy conveniente, como al resto de mi género pensar en cuatro fonemas que pueden delatar, catalogar, emplear, salvar o perdonar a una persona. P-U-T-A. Es una palabra que en cualquier país es popular. No creo que sea la prostitución el trabajo más antiguo en la historia de la humanidad. Yo creo más que la cosecha siempre ha sido la profesión más vieja, pero en el momento en que alguien cambia un favor por algo de la cosecha, puede prostituirse teóricamente. Y conforme ha pasado el tiempo, la vida galante se ha convertido en una moral, una amoral, una forma de vida, en una simple forma de rechazar que hay algo que no nos parece. ¡Hay putas en todos lados? Una amiga me contaba sobre el tema de las mismísimas putas. Ella siempre me decía que las putas existen en todos lados. En cualquier situación se puede dar, en todo sentido se pueden desenmascarar, lo único que cambia siempre es la divisa. Aun Sabines pide que las canonicemos, De Madariaga dice que son como gallinas porque siempre se la viven empollando, para García Márquez son sólo recuerdos de un viejo que nunca se pudo atrever a querer seriamente y para Sabina, la inspiración siempre fue una puta que se iba con Serrat.
Qué conveniente ha sido llamar a la vida una puta.

Yo he convivido con putas. O, dentro de mi criterio, vocabulario y experiencia, puedo llamarlas tal cual (más adelante explico). Ya sé, querido lector, que esta crónica te sonará un poco rimbombante con dicha palabrita. No es la intención, pero me ha encantado últimamente decirla y no quiero que te me asustes.

Mi amiga me contaba que la divisa siempre cambia y la plata resulta sólo un incentivo que pasa a un segundo término porque, aunque todo lo que se tiene materialmente es a base de plata, el favor de dar un cariño, otorgar una presencia, ofrecer hasta una plática o asilo en tu morada se puede intercambiar por una visita común, con un merecido acostón (en el mejor de los casos). A veces, para mi amiga, las putas no tenían que darte sexo, y le doy mucho la razón. No siempre es el sexo, a veces es un comfort emocional, a veces es una simple visita comprometedora, a veces es sólo alguien que te da la mano. Pero siempre viene a cambio de algo y su cabeza siempre estará pensando en algo, alguien, lo que sea, pero totalmente opuesto al presente. Puede ser otra persona, otro cliente, otro usuario, otro conveniente momento, otra divisa.

Siempre he tenido un gran respeto por las llamadas putas. Siempre han sido buenas actrices. Es increíble ver cómo pueden estar muriéndose por dentro y aparentar estar perdidas en ese momento contigo, mintiéndoles a sus prematuros y despechados amores que volverán cuando están en tu cama jurando cualquier placer, asegurando a su gente que están haciendo todo bien cuando no lo hacen... Qué conveniente es para una puta ser puta y pasarla cómodamente actuando para ti. Lo cual me lleva a la paradoja de, si siempre estarán actuando...

Durante mi viaje, estaba tomando con unos aliados en un pequeño bar en un pueblo cerca de la Cordillera Andina. Las historias, los fallidos intentos por conquistar a las mujeres tan tiernas y a la vez fuertes de esa región, llevó a todo mundo a la sencilla conclusión de llamarlas con esas poderosas letras que llevo 20 veces repitiendo, resultó una verdadera solución por no haber querido ser otro tipo de puta: la que cede por afición. Días más tarde, volví a la capital de aquel país y me topé con unas iguales, pero eran de profesión.

Nunca había conocido a una profesional, jamás había platicado con una. Fue un momento tan vulnerable, tan intenso, delicado y veraz. Que no me hubiera esperado que una puta de profesión resultase más sincera que una puta de afición. Cuántas veces oí historias de putas de afición jurando amor, primeras veces, exclusividades y fidelidades mientras tenían a otra persona esperándolos en otra cama. La puta de profesión resultó ser más sincera en el momento de hablar de su realidad. Totalmente admirable, es la versión más fiel de lo que un humano es, cuando animal no es. Su historia me hizo sentir ese dolor, esa angustia, ese nudo en la garganta que ni el ajenjo con cigarro podían suavizar.

Ella era una chica de mi edad, tenía 3 hijos y había sido novia de toda la vida de un tipo que le llevaba casi cinco años. Después de casarse, él perdió su empleo y no encontraba cómo recuperarlo pero le gustaba el vino. Sonó un poco amarillo al principio, pero quise seguir escuchando. Ella llevaba cerca de año y medio trabajando en este rubro, sus ganancias eran pocas porque no era realmente atractiva para la zona en la que trabajaba, su sobrepeso era notable, para su edad (no es que me eche flores) era muy joven para verse tan arruinada. Y es que el desvelo, el cigarro y el vino le han provocado unas arrugas alrededor de los ojos que parece que tiene más edad, pero su comportamiento la delataba. No puede tener más años. Su esposo se había escapado con el más pequeño de sus hijos a Brasil. Ella tuvo que comenzar a mantener a su esposo e hijos y su hermana que estaba por entrar a la facultad de ciencias de la UBA. Comenzó buscando trabajo en kioskos y de más. Hasta que una vecina la recomendó con un tipo y comenzó a trabajar bailando en un antro en un barrio en el centro de la Capital Federal. Pero su aspecto no era atractivo y no tenía muy buena respuesta de los asiduos. Fue entonces, que comenzó a rondar por las calles de la ciudad hasta que, por rumores de la buena paga y el gran flujo de turistas por la zona de Recoleta, ella comenzó a trabajar con poco éxito y en ese momento ella se encontraba buscando clientes.

Desafortunadamente se topó con uno un poco puritano para esas situaciones. Creo que al recapitular, si he estado antes con mujeres que son así por afición, claro está que ellas pedían otra divisa. Pero no pensaba aventarme el paquete a pesar de la historia. Ella había tratado de cazarme varias veces pensando en que yo era el turista que buscaba algo que ella pudiera ofrecer. Daba la casualidad de que el rumbo por donde ella trabajaba, era el mismo por donde yo vivía y tenía que toparse conmigo. Por azares del destino, estando con unos amigos tomando, ella pasó y se dio que platicáramos ella también vio lo que pasaba por mi cabeza debido a que me pescó justo durante una crisis emocional y así intercambiamos su crisis por la mía y no volvimos buenos cuates. Hasta la fecha ella escribe para saludar y me cuenta que su hijo y su esposo siguen sin aparecer. Sus otros dos hijos siguen bien pero los cuida aún más y su hermana entró a la facultad hace poco después de haber intentado un tiempo de trabajar en lo mismo que ella.

Me cuesta trabajo pensar que una humana tan humana se le pueda llamar tan mal y vivir con esa pésima calidad. Su sinceridad y su necesidad es tan grande que ella recurre a estos medios sin pensar en un placer personal, tal vez el de un cliente sí para asegurar una segunda cita y una paga más. Como cualquier mujer así, ella tiene que actuar para usuario. Su verdad no la esconde y el hecho de tener bien a los suyos la mantienen ahí hasta que el cuerpo aguante. Ella sigue esperando que regrese su esposo con su hijo, ella trata de hacer lo mejor posible para que todo se le regrese para bien. Y me sigo con la boca abierta de sorpresa y admiración porque las putas de afición pueden hacer todo lo contrario, hasta romper hogares, relaciones propias y ajenas para su beneficio, y como dije antes, la divisa puede cambiar. Creo que el karma les ha respondido a algunas ya, con situaciones poco favorables, enfermedades vergonzosas, abandonos, que se les junten los clientes (y mira, querido lector, que son historias recientes y cercanas).
En esta semana me he sorprendido con este tema, me he clavado tanto que estoy solicitando me respondan si la putería aficionada tiene una raíz y un desenlace. Y por qué la putería resulta tan conveniente para unos como clientes para solicitar o despechados para catalogar y para otros como una forma de vida que al final el karma les puede dar una lección, claro que, ya he comprobado desde hace poco que si ha sucedido les ha pesado.

Por ahora no cuento más, me voy a asolear un rato a las paradisiacas y motorolísimas playas del Pacífico. Mañana por la noche parto, feliz, cansado, sonriente y entre dientes pensando en mi última reflexión. Me hace falta despejarme y ver caras nuevas. Volviendo les tendré algo cómico, mágico y musical.
Aburrrrr!!!

1 Boda y 1 Funeral

Fin de semana de celebración. Como cualquier otro, ha sido. Sin embargo, éste se distinguió porque tuvo un evento excepcional. Mi heavy-brother se ha casado con una fabulosa fémina de filosofía musical un poco opuesta y ha sido un éxito. ¡Su mujer aceptó a la hora de firmar el contrato! Todos contuvimos la respiración mientraslos testigos iban llegando paulatinamente en lo que la jueza iba leyendo y preguntando por la afirmación de los ya cónyuges para comenzar su nuevo ciclo. Fue increíble ver el contraste de la mitad de los invitados encadenados, perforados, tatuados y greñudos (pero con traje) con el de la otra mitad tan perfumada, tan fashion, tan... opuesta jajajaajaja.
Las bodas siempre han sido extrañas para mí puesto que siempre les veo desde fuera y, ahora agradezco, nunca he sido incluido en ninguna de ellas como partícipe. Debo de confesar que alguna vez me apunté a ser parte de esto en un corto plazo. Pero, dadas las consecuencias, el distanciamiento y las apariciones triunfales de invitados no deseados, hicieron que el plan colapsara. Ahora me pregunto si me he salvado o no. No hay macho que le tenga miedo, pero se para y dice que no es así, me excluyo, la idea no me hace ruido. Mientrast tanto, majas siempre se ponen guapas para decir que es el plan de su vida o por lo menos es con lo que siempre han soñado. La neta, ya me han vendido una vez la idea y la compré sin titubear. Ahora, por el bien de Emiliano, Valentina y Patricio (a que no se sabían esa, así se va a llamar cada uno de mi estirpe), no erré en cambiar de curso eligiéndoles un futuro tan escabroso. (Shkaabron!!!)
Me dio tanto gusto ver cómo se van uniendo las parejas así, ver cómo durante el evento, se van poniendo todos la corbata alrededor de la frente, cantan los finales de cada frase porque ni el principio ni el medio de cada estrofa se saben, el piso resbaloso y las suelas lisas de los zapatos facilitan el "moon-walk" que a nadie le gusta o nadie sabe hacerlo, y el flujo descabellado de tequila, whisky y brandy nos ponen melancólicos y nos provocan ganas de casarnos, o simplemente de arrejuntarnos y sentir amor del bueno. Tan puro y tan nuevo como ese beso que uno se espera con esa persona a la que tanto has esperado lo busque y se lo ceda por primera vez.
Cambiándole un poco, este domingo me di chance de arreglar un poco el entorno más preciado que tengo cambiando fotos, acomodando cajones, ropa y de más. En el momento, esperaba la visita de un individuo que se encargaría de deshacerse de aquello que lleva un buen tiempo estorbando ese entorno. Poco a poco se ha ido maltratando, y cuando moví las cosas, un olor se desprendió de la caja principal. De repente, flashazos me bombardearon la cabeza de melón que tengo y casi me dieron ganas de llorar. Sentí un amor, sentí un raro cariño, sentí una caricia extraña entre mi mejilla y mi cuello de una mano que reconocí su textura y combinaba con el olor de aquella caja. Fue abrumante, decepcionante y me es difícil explicar cómo los sentidos guardan memorias de un pasado que puede extrañarse con toda el alma, toda la sangre, toda la vida que te espera. De pronto, mi reacción era la de tener ganas de insultar a quien más cerca estuviera pensando en la cara del pasado, y esperarle tan mal porvenir , que las piernas se me doblaron un poco y decidí sentarme un rato. ¿Para qué hice algo así? Fue involuntario desde el principio, fue algo que no esperaba que sucediera. No entiendo nunca qué ha pasado conmigo, ni por qué tenía que ocurrir tanta corrupción en el sistema de mi alrededor. Más me hace cuestionarme cómo una madre puede traer al mundo a gente así, o cómo su gente se puede sentar en la misma mesa y comer con esa compañía. Poco a poco estuve analizando y desquitando mientras me hacía a un lado los demonios que me acorralaron en ese momento y escapé exitosamente hasta que lo plasme sobre tus ojos. Se me murió el pasado en plena sala de emergencias sobre la plancha con todo y electrochoques mal logrados puesto que he sido testigo de un proyecto que aunque traté de resolver y rescatar, había sido en vano ya que la anti-comprometida si estaba comprometida desde hacía tiempo con un descendiente de "cara-de-ubres" y de todas maneras me quería vender la idea de rescatarle la circulación coronaria. Ya fue suficiente información mugrosa.
Todos somos partículas de Dios, de eso estoy seguro, y todos tienen tanto y tan poco a la vez. Todos hemos de ser animales cuando de instintos se trata. Y el hecho de ser observador de cada vez que algo inhumano, o tal vez, demasiado humano sucede, me parte la cabeza.
Por otra parte, el éxito de celebrar, dejando atrás todo, sin importar la existencia paralela, sin tener que cuestionarse, atar cabos, entender, ha sido curtiéndome contra los rayos de esa luz.
¡Wey! El tiempo se me está acabando y ya urge que las cosas que están pendientes se me resuelvan. Quiero tener días que duren 28 horas, y semanas que tengan 9 días. Es necesario tener tiempo para el amor, el trabajo y los miles de roles que me han tocado jugar durante estos últimos meses. El hecho de retomar, de renovar, de comenzar de nuevo ha sido pesado. Creo que necesito vacaciones, asolear un poco mi panza de chelero, mis pies de tamalero y huir un rato de la rutina. Por suerte, la playa me espera en un par de semanas y unos cuantos tequilitas con su merecida cheve me esperan en el litoral del pacífico en compañía de la línea de golpeo de la Chemísima Academia. Estoy feliz porque ya viene, por lo menos, un rato de fiaca y desenvolvimiento interno (y externo, claro está). Mi Diario de Motociclieta se ha cambiado porque iba a completar mi ruta Guevaresca yendo a la tierra de Fidel. Peeeeero, ya saben que los planes cambian y ya habrá tiempo para terminarlo. Por ahora, sólo felicito a los nuevos valientes, les mando a todos ustedes que han decidido atarse al amor, al largo plazo, al comprometido y largo cariño, y les deseo tanta cosa tan buena, que ya hasta envidia me da. Es más, voy a hablarle a la Preciosa Gober porque hace falta un poco de mimos... (jajajajajaja)
Ahí les sigo mentando...

Mi Reencuentro con la Fobia


Hacía ya tiempo que no me encontraba ni conmigo mismo, ni con las fobias que me perseguían de hace tiempo. Que si la confianza, que si la risa, que si la venganza o que si la banda del mismo nombre del título me visitaban. Y la neta, ha sido un sube y baja…
Después de un etílico viernes en compañía de mis tres cómplices favoritos, le gritábamos al ahora panzón (y más que yo, ¿eh?) del Leonardo que cantara ciertas rolas que ni la audiencia conocía y nos complació en un burdo 40% porque el resto del recital ya estaba armado en aquél churrigueresco 17 de marzo. Entre guapas rubias, co-borrachos y complicaciones con el audio, escuchábamos y cantábamos al unísono ardideces que no nos había caído el 20 que eran tan cabronamente ardidas, que hasta las estuvimos a punto de llorar. Y hasta nuestras frases en el momento se convirtieron en “es que “no entiendes porque no eres yo” porque llevo “200 sábados” sin divertirme así, ahora voy a tener que pasar como “1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12 pasos “ pa’ superar este pedo, aunque ya “sé que es muy maniaco de mi parte” negarlo. Total, “yo no soy buen perdedor”” y la lista de chistes seguía y seguía pero no me daba cuenta del horrendo final tan tragi-cómico mexicano que me esperaba.
Por primera vez en mucho tiempo, las rolas me han pegado. Las fobias se me regresaron, y juraba que ya hasta miedo me daba de salir a la calle por andar tan abnegado a ser quien regresé siendo después de mi travesía por el Cono Sur. (¡¡Aguas!! No me puse un cono en el sur, ¡¡¡pendejos!!!) Y es que el proceso de reencontrarme con lo que me cae mal, con lo que no me gusta oír, con lo que no me gusta saber, se me regresó en un sablazo.
No tenía ni estómago para poder tragar que simplemente el futuro no me pinta bien haciéndome futuro-fóbico. Creo que tengo un poco de Síndrome de Peter Pan, o algo así. Me he enterado del porvenir ajeno. A grandes rasgos, me da envidia, pero me da poquillo de miedo continuar. “Hoy tengo miedo” de muchas cosas. Hasta de que me leas, querido mirón. Creo que se me esta agudizando el dolor arriba de la tripa y no entiendo por qué demonios siento que el tiempo se me va como cuba bien fría en pleno Acapulco.
Creo que he continuado, creo que he evolucionado y ni yo mismo me creo lo que soy y en lo que me he convertido. No me pone como chinche, ojo… lo que sucede es que creo que me falta mucho y hay tantos que en menos tiempo han alcanzado más.
Ni ayer, ni hoy, me han gustado las noticias. Me han estado estorbando como piedras en el zapato. Me gustaría quedarme un rato ciego, sordo y mudo para que ni el noticiero, ni el vecino, ni los conocidos me enteren.
Pero, pero, pero, pero nomás tantito…
Me da fobia continuar con mi ritmo, me da fobia no dejar el ritmo y también me da fobia no tener ritmo. Me dan unas ganas de comerme el mundo de una mordida, pero, ¿si me quedo sin comer luego?
Bien a bien, no me han tratado tan mal… ha estado un poco humillante y con poco buen sabor de boca este último tiempo. He comprobado, he confirmado que muchas cosas no cambiaron estando o no en mi tierra y que tampoco muchas otras cambiaron estando fuera de la misma. No sé si me engañé un poco y quise ver si cambiaba. Me recuerda a la vez que Calamardo se pierde y Bob Esponja y Patricio van a buscarlo a su tierra y encuentran a un calamar parecido. Patricio le pregunta a ese calamar si es Calamardo. Después de un rato de estarlo viendo, le vuelve a preguntar, “¿ya eres Calamardo?” Y, ¡obviamente no!
Creo que no has de entender porque “No eres yo”, pero te puedo asegurar que el gusto por seguir ha estado en pie. El gusto por el resto de la gente, no me tiene muy a gusto. Sin embargo, ando divertidísimo con ver cómo reacciono con mis fobias y que casi toda aquella noche los fobios cantaron para mis tres cómplices y su servidor. (¡¡shkaaaaabron!!).

Sigo contando… conmigo…

28 días de rehabilitación

Por las buenas y por las malas me confieso haberme sometido a rehabilitación. Bueno,anti-rehabilitación contando que en realidad no me limpié. En realidad me he dedicado a trabajaren mis tiempos libres como t-shirt dealer, galán de telenovela, familiar, estudiante,publirrelacionista y mi más favorito de todos mis trabajos: súper héroe. Y esto se debe a que minueva misión ha sido acabar con el alcohol antes de que acabase con todos nosotros. Claro está queesta labor social no la he podido completar solo. Todo se lo debo a mi nueva Liga de la Justiciaque ha crecido y cambiado un poco su alinieación a falta del orate de mi compa el Poblanski queanda en el viejo mundo haciéndola de cuasi-artista. Ah, cómo extrañamos sus berrinches y susregresiones, y el mala-leche del Clon que pronto volverá y le recordamos (cuando nos acordamos). Durante mi rehabilitación en el nuevo centro llamado UDLA Resorts me he encontrado con nuevashistorias de amor. Estoy feliz por tantos y por otros tan triste. Lo excepcional es que los muchosque se han juntado no ganan mi aprobación y otros pocos, sí. Y con los que se separan me dan losmismos sentimientos. Pero, ahí sí lo siento como tlapehue tibio a las 9am en San Lunes. Me he dedicado a notar que el amor y el desamor es el pan de cada día de nuestras ignorantes, sinembargo virtualmente mundanas vidas. Y, ¿por qué no? yo le entré como dije antes, apostándole. LaGober Preciosa me ha traído de aquí para allá con su banda o sin su banda. De cualquier forma,terminamos cantando al unísono aunque me resista, me retuerza, me niegue, me amarre a un árbol (¿aquién engaño?...). El del teclado les cuenta que ya vive en una interesante cuasi-unión libre consu Gober Preciosa y está bastante feliz por la facilidad de que uno se va como burro sin mecateaún sin necesidad de pastar en otras lomas. Las horas de dormir se han limitado a horas ejecutivasen oficina de la Secretaría de Gobernación y las horas ejecutivas reales se han vuelto jornadas defábrica en Indonesia. Pero ando retefeliz como lombriz, ¿o gusano de maguey? El amor se nos fue en nuestro pueblo hace ya una semanas pensando en que no era tanto la culpa delindio, sino del que lo hace compadre... Bien a bien, el indio sigue siendo odiado por haberflaqueado y le estamos buscando castigarle de manera Cuauhtemocsiana (ah, mamadora mi nuevapalabra, ¿no?). El pueblo no lo piensa soltar porque el despecho es grande y la venganza (ojusticia) se pide a grito pelado. Los demás nos vamos enamorando de la idea de no estar enamoradospor un rato. Entre otras cosas que veo buenas, el barbudo del mi cuate el Asus anda que se nos muere por eltema del amor. Ya va a atar la cuerda con su Pajarita en menos de una quincena y me siento felizde creer que aún, durante estos tiempos tan perros, tan desenamorados, fugaces, de satisfaccióninmediata e intrascendente, todavía podemos decir que sí y apostar al resto de nuestras vidas. Deotros vatos, mi mejor aliado de nefasteses, Funkin' Chinos Bin Laden anda buscando trascender alimplementar su nuevo plan llamado "primer cosecha" que probablemente me pinta para favorito dentrode mis nuevos allegados. Me revuelco de emoción por ese proyecto. Muero por pasar por eso también,aunque no esté enamorado de mi gobierno, aunque no le pinte bien a mi futuro ni al del tanesperado, querido y deseado neo-chonense ( dicho gentilicio viene por necedad ancestral, no mecuestionen). Felisote que me ponen estas cosas, carajo. Para no hacer el cuento largo, me he rehabilitado en bacanales, me he enamorado de mi GoberPreciosa, me he desenamorado de mi alrededor, me he sentido orgulloso al saber que la gente estáempezando a apostar y decir que sí y la felicito desde mi corazón de melón. Tanto gusto me da quemi entorno no es tan chulo como pensé, pero sus personajes se pelean por cambiarlo junto con suseguro sexo-servidor ( osiase yo). Claro me quedó esto cuando mi cómplice de nicotina y cafeína,el Churro me contó que lo que tenía guardado en su cabezota de púas tiene algo ya de funcional yque le promete bastante. ¡¡Esa es mi gente, chinga!! Querido lectorsazo de mi vidaza, tengo que confesarte que después de 28 días de rehabilitación,historias tan bonitas, historias tan pederas, proyectos de vida, uniones y desmantelamientos, noquito el dedo del renglón al pensar que el desenamoramiento, el despecho y la decepción nos hapegado a todos, a nivel demos; a mí, a nivel personal; a tí, al nivel que quieras... y se tieneque parar. De raíz, trato de entender que todo esto se debe a andar buscando respuestas apreguntas que ya habían sido contestadas desde el momento en que conocimos nuestros vendores depromesas. Aún así, votamos por esos pendejetes que le cedemos la representacion, no el nuestrogobierno, o las relaciones que les cedemos el corazón, no la ridícula y vana demostración que a lalarga, nos da a todos en la madre. Y pienso hacerle como El Reforma: voy seguir durante lossiguientes dos años peleando por mi justicia como el neo-marido, el neo-daddy-chinos, el que tedice buenos días todos los días al salir de casa, como mi adorado Hue-Hue que no duda en pararse ala hora que canta el gallo y se persigna tres veces por su mujer, su vida y su fan número, o comotú, que no te quedó de otra más que leer a éste, tu querido cuate. Y como dice Intocable; "¿Y todopara qué?" Pues sencillo, para que todos los que digamos que sí, todos los que nos queremos seguirenamorando, no estemos a la cuarta pregunta. Por cierto, no quiero desperdiciar esta frase, y ahíles va: es que estoy tan dispuesto a partir madres por que mi justicia llegue, que me moveré comodice U2 "With or without you". Sigo quejándome luego...