Foto de Éxito

Extrañaba un poco la “escribidasancia” y plantarme a quejarme en el blog de mis amores. Después de un rato de estar apretando los dientes no se pudo más y me resulto pertinente, por petición de mi compadre el Sampo que volviera a molestar -como suelo hacerlo- a través de unas cuantas andrajosas letras lo que mi maquiavélica cabeza de cohete maquila.
Desde la última vez que escribí, muchas cosas pasaron. Me enamoré de nuevo y de manera indefinida. La líder del sindicato de diseñadores incomprendidos es mi domadora y de cariño la he denominado como mi “Líder Gordilla”.
Es retebonito volver a soltar alguna que otra estupidez para alivianar tu día, querido lector, y esperar un poco de empatía con lo que este desganado y justiciero escritor busca regalarle a la bola de quisquillosos que esperan que hable de las cosas que pasan tras bambalinas con este charro negro.
Personalmente, creo que ha sido una importante etapa de transición tanto para la tierra con sus desastres naturales como mi mismísima vida con sus propios desastres naturales. Mi regreso inminente a la cachetería inactiva y la poca paciencia hacia el vulgo se han retomado como un Huracán Dean y me tienen al borde de pedirle a San Juanico me dé absolución.
A lo largo de dos años, la vida dio sus interesantes giros; un poco de radio, malvivido por el interés de sacar un fantasmísima servicio social; un regreso triunfal a mi relación con los incomprendidos y siempre sinceros amigos rockeros, una peleada y poco apreciada tesis dedicada a nadie más que a mí por haber completado sin ayuda de nadie tan “ahuevante”, criticado, poco defendido por mis aliados y cuasi-trascendental documento; una desintoxicación total de la vida social poblana gracias a la visión alternativa de la vida de mi etiquetada “Líder Gordilla”; y una exhaustiva búsqueda de un lugar en el Valhala de la Mercadotecnia como héroe local.
Finalmente logrados muchos objetivos, se conformó una lista en mi cabeza con la necesidad de encontrar todas las cosa que hoy, me tienen incómodo, que me dan ganas de suprimir definitivamente, y darle un hasta aquí para dormir y no depender más del Metamusil mañanero.
Me siento muy a gusto escribiéndote, carísimo y olvidado lector, me gusta mucho ver que me estás poniendo atención y te quiero regalar la lista de las cosas que me dan el solemne descanso de 5 horas diarias de sueño para ser un vívido, alumbrado y (con base en lo que en la empresa llaman un proyecto ambicioso que tiene la finalidad de ponerse antes que cualquier otro producto a pesar de ser de un diferente giro para poder ganar la atención de los consumidores ejemplo: aunque sólo quieran chicles, saldrán con su refrescote en la mano porque lo vieron primero en la tiendita) yo mismo: una foto de éxito.
He aquí lo que hoy me tiene tan alegre:
1. La incompetencia de mis compañeras de Recursos Humanos y sus características miradas vacías, pésimos speeches para vender ideas y horripilantes expresiones.
2. Las escasas aptitudes de estos insatisfactorios seres para reservar cuartos de hotel, avisar en distintas zonas la llegada de este héroe que busca aprender sobre la empresa que sueña entrar, organizar horarios, devolver viáticos, hablar claro para saber un futuro...
3. Trabajar de psicólogo de manera gratuita cuando yo necesito uno
4. La inmunda destreza para decirte que no saben de qué te hablan pero sólo repiten lo poco que entendieron cuando un superior les dio órdenes para frustrar tu día.
5. Los increíbles vecinos de mi novia que pelean por los estacionamientos como si fuera el último bife en Argentina y hacen estrategias de calidad Bondojito para no dejarte estacionar.
6. La gran calidad humana de un inepto hijo-e-puta hot-dogero que ni siquiera es dueño del estacionamiento de enfrente del depto. de la “Líder Gordilla” para regañar a los polis que bondadosamente me dan un lugar para lavar y cuidar mi carcachita “El Little Bastard” por escasas 2 anforitas de Don Pedro al mes para su beneficio. El muy galán del vende-carne-de-paloma-rodeada-de-pan-quemado hasta rajó con el dueño y resultó ser compadre del que renta el depa de la “Líder”. Gracias al Creador, ahí va todo ordenándose, pero va a tardar.
7. Tener panza
8. La gran constipación que cargo mentalmente puesto que mis pláticas resultan “inclusive” a mi “Líder” cuando está en juego mi psique.
9. La calidad para ser casi tratado como un Charlie (un pelirrojo que conozco que no sabe más que chatear y descagar compus cuando debiese trabajar y mantener a su familia) y cada vez que pido una sencilla cosa, resulta imposible puesto que, no está en la minuta de la discusión rutinaria de la sobremesa.
10. Tener un sueldo de vendedor de “mata-moscas-eléctrico” del Blvd. 5 de Mayo dentro de una de las empresas más importantes de Latinoamérica.
11. Soportar las inmundas “largas” que me dan porque nadie me quiere donar ni un morlaco en la mansión de éste, su sub-empleado.
12. No ganarme la Hummer del Palacio de Hierro
13. Ver que la gente no cambia su perspectiva y recuerda que hay un mundo más allá de: procesos del trabajo aplicados en dinámicas de juego de mis colegas, el antro de cada semana de mis charolastras, los problemas en la cocina entre mi tía y mi agoela adorada, la preparatoria de mi prima D-Lo, las bodas semanales de cada uno de mis compañeros de la primaria/secu/prepa/uni…
14. Ser motivo de burla de la “Líder” por no poder independizarme por falta de dinero y encima regresar al yugo del hogar aunque no sea siquiera tomado en cuenta más que para sólo tomar órdenes, regaños y molestias tan prosaicas como ver a La Tigresa en tanga.
15. Tener que tomar Ranitidina por los corajes y los taquitos de cáncer
16. Soportar por un mes comidas malas, hoteles malos, viajes fuera de presupuesto y puestos por mi bolsillo, disgustos con la “Líder”, ires y venires sobre mi futuro laboral.
17. Sobrellevar que una rubia sólo habla Poblano Mocho, no ha hecho siquiera examen profesional, y nunca ha hecho marketing y es nada más y nada menos que una de mis superiores en la chamba.
18. Estar en los zapatos de Tay cuando se tira a la tragedia. (aclaro, a la tragedia, no a “La Tragedia”; ese personaje no existe, ese vato se mantendrá quinto hasta que conozca a un tipo musculoso y varonil que le dicen “El Tiburón” o en su defecto “Gregory”)
19. Tragar todos los días que tienes que ser ojete con la gente para que no te vean la cara.
20. Hacerte leer tanta queja, paciente lector, porque hoy troné.
Por ahora, aclaro que queda mucho por secretar de mi cabeza. Prometo, será lento y doloroso, como arrancarte un vello de la nariz con un taladro. Así que mantente al tanto y verás, que la vida es una comedia, con muuuuuy malos chistes.

Nos vemos a la siguiente…