El Hambre In & Ex

Del interior al exterior me voy buscando lo que veo cada vez más lejos. Victorias perdidas o ganadas en lapsos inmaduros, lapsos que atraen memorias ricas en escalofríos, rushes de calentura, de frustración, de "hubieras", de hambre.
Hoy, comunicado con el exterior, el interior se deteriora al ver que lo inevitable puede suceder, aunque la bandera resulta ser incierta, se anuncia. Los sueños del interior buscan llegar al exterior, materializarse, consensuar y lograr esa sensación de haber comido hasta el último bocado sin la necesidad de sentirse demasiado lleno o con un hueco. Sin embargo, otra vez la punzada en el plexo se siente, la náusea, la irritabilidad y paranoia de saber que uno puede perder de una buena vez por todas está bombeando entre los canales vitales. Más no se puede hacer, al parecer está escrito, para allá partirá y en otro plano se podría coincidir, como desconocidos, como uno. El exterior presume estar tranquilo, el interior inquieto. Se sabe que va a llegar el momento y se busca hasta la última gota de fuerza para poder sobrellevar lo inevitable. El cansancio está ganando la batalla y ni un bocado encuentra la entrada, sin embargo, una bocanada sutil y esporádica calma y acorta el tiempo. Pero, si el tiempo es lo que falta!! Y me sobra por tachar en la lista sin que tachen mi exterior.
Necesitamos un tiempo, tan sólo un poquito; para conciliar, para entender, para saludar de nuevo y verse como en el principio. La actualidad lo impide, ha pasado mucho, han pasado muchos presentes y la bifurcación ha crecido con los bocados que he rechazado. Y los sueños se van alejando con la belleza, el interés, el amor, la seguridad, la justicia y otra vez, el amor.
Todo el mundo sucede, tiene que seguir. Uno quiero clavar la uñas al suelo y parar el mundo aunque el resto necesita que el día termine, la quincena llegue, la noche para descansar se aparezca. Estamos cansados, queremos resolución, un plan sencillo, uno que nos dé todo rápido, que sepa delicioso y sea justo. Emigrar suena a lo más viable ya sea para alejarse del pasado, para buscar un futuro, para concretar el presente. Envidio el exterior todavía. ¿¿Le costará trabajo seguir como sigue el rumbo?? En el interior estamos llorando sangre, sudando tierra y ansiosos de que con unas alas alguien nos va a levantar y nos llevará afuera. Envidiamos al mundo, el que fue nuestro mundo, el que nos prometió esperar a que llegáramos y giraría cuando pisáramos la tierra. ¡¡Por favor, que no se vaya!!