Por qué chingaos existe en todos lados un "Club de Toby". Es una patada en las gónadas tener que toparse con alguno de estos. Casi es imposible tolerar al intolerable club basado en el personaje de la Pequeña Lulú. Parece que desde que todos nacen, inmediatamente después de que los padres les cuentan si tienen sus 20 deditos regordetes en pies y manos, los vuelven franquiciatarios de este oligopolio ideológico de mierda.
Desde mis pueriles recuerdos en la primaria me he topado con sucursales de dicha índole. Mi primer recuerdo fue cuando me pasé del fascista Colegio Humboldt al liberal y diverso Colegio Americano que mis primeros amigos el Pollo y Jorgito me restregaron en la jeta dicha posibilidad de invertir en una de estas franquicias. Al no entender el modelo de negocio, inmediatamente me fue recetado un "córtalas para siempre" por parte de la mesa directiva (es decir, ese par de mocosos).
Al poco tiempo, ya aclimatado en estas ondas del Americano, me fui topando con nuevos franquiciatarios que promovían diferentes vertientes además de la amistosa: la futbolera (que al demostrar no tener talento futbolístico, fui rezagado. Incluso algunos me restregaban que mi papá jugaba mejor que yo. Y sí, es un Crack el señor.), la volleybolera (a la cual costó trabajo pertenecer, puesto que era el deporte de moda en el colegio en cuestión y tuve que subir pequeños y significativos peldaños en dicha empresa. Primero como "coach", luego como jugador sin equipo, y finalmente hasta llegar a colocador -colocador de balón de volley, estúpidos-); finalmente, el club de danza y teatro que fue el que más me duró en vista de que no tenía talento deportivo y por orden nepotista terminé ahí gracias al admirado Profe Manolo (mi gran padre) y su señora la Miss Xóchitl (Sahagún) A.K.A. mi mamá.
No obstante, fue un club que a pesar de ser de capital familiar, me costó trabajo soportar algunos detalles cuando terminaban las clases como en las actividades de carácter social. Siempre puede haber un mala leche que no tiene más que tiempo libre para hincharte las pelotas: Chentito fue nuestra pieza clave en el juego, quien se distinguía por sus ridículos berrinches, amenazas de cortar todo vínculo amistoso con el resto del grupo si en algún momento yo era solicitado en cualquier reunión para beber, jugar videojuegos, películas en el cine y por qué no, buscar boicotear mi relación con mi entonces novia-de-mano-sudada quien era una buena amiga de él. Invariablemente, todos sucumbían a sus deseos, opiniones y órdenes. Bola de débiles!
Ah, cómo no le partí su madre para que entendiera. Sin embargo, le agradezco por darme la fortaleza de tener la inteligencia emocional para sobrellevar sus pendejadas y finalmente mandarlo a la chingada.
Conforme el tiempo pasaba, me daba cuenta de que aunque no era al 100% incluido en dicho club de danza y teatro despectivamente apodado "Las Estrellitas". Fue una etapa confusa y decidí dedicarme al rock. Nueva idea, nuevo club. No me fue tan mal. Lo dejé un tiempo y volví a ver las nuevas franquicias del Club de Toby con lo nuevo que sucedía en las ciudades que visitaba. Hubo uno que casualmente me enganchó, sigo peleando mi porcentaje de inversión y aún no sé por qué. Pero me consideran socio de chocolate, aún socio.
Francamente, sigo viendo sucursales alrededor de mí a mis escasos 27 años. En la vida laboral existen tantos que algunos matan por pertenecer a uno de élite, de altura, de calidá... POR FAVOR!!
Yo quisiera preguntarme si líderes de opinión, mandatarios, estadistas, genios y de más han sufrido lo que es ser rechazado para invertir en un Club de Toby. Francamente me tiraría al suelo de la risa descubrir que alguien tan "cool" como Robert Redford fue rechazado de algún clubcito. Sería hilarante.
A pesar de que esto es un efecto social, antropológico, natural (dirían algunos mamones), ser tribal, se me hace una declaración favorecida desde el otro lado de la brecha. Qué pasa con los que no nos dejan entrar. Acaso nuestro intelecto, nuestro nivel socioeconómico, o nuestra forma de ser nos orilla a ser rechazados? Qué mentada de madre. Qué pasaría cuando un Emo rechaza a alguien por no ser suficientemente Emo. O el nerd que no es suficientemente nerd?? Qué pasaría??
Francamente, es desconcertante... requiere de tolerancia?? Qué desmadre...
Ustedes, a qué Club de Toby pertenecen y a cuál vertiente les gustaría pertenecer y no los dejan?? Qué tienen ellos en Club que ustedes no??
Estoy seriamente pensando en hacer un Club de Chatoby, pero no sé qué requisitos pedir para poder rechazar a los que me rechazaron y espero que haya más nuevos clubes similares en donde me rechacen como seguramente rechacé a aquellos que se las hice por alguna estúpida razón. Jajajajaja, qué pinche vergüenza!
Sigo cuestionándome...
Desde mis pueriles recuerdos en la primaria me he topado con sucursales de dicha índole. Mi primer recuerdo fue cuando me pasé del fascista Colegio Humboldt al liberal y diverso Colegio Americano que mis primeros amigos el Pollo y Jorgito me restregaron en la jeta dicha posibilidad de invertir en una de estas franquicias. Al no entender el modelo de negocio, inmediatamente me fue recetado un "córtalas para siempre" por parte de la mesa directiva (es decir, ese par de mocosos).
Al poco tiempo, ya aclimatado en estas ondas del Americano, me fui topando con nuevos franquiciatarios que promovían diferentes vertientes además de la amistosa: la futbolera (que al demostrar no tener talento futbolístico, fui rezagado. Incluso algunos me restregaban que mi papá jugaba mejor que yo. Y sí, es un Crack el señor.), la volleybolera (a la cual costó trabajo pertenecer, puesto que era el deporte de moda en el colegio en cuestión y tuve que subir pequeños y significativos peldaños en dicha empresa. Primero como "coach", luego como jugador sin equipo, y finalmente hasta llegar a colocador -colocador de balón de volley, estúpidos-); finalmente, el club de danza y teatro que fue el que más me duró en vista de que no tenía talento deportivo y por orden nepotista terminé ahí gracias al admirado Profe Manolo (mi gran padre) y su señora la Miss Xóchitl (Sahagún) A.K.A. mi mamá.
No obstante, fue un club que a pesar de ser de capital familiar, me costó trabajo soportar algunos detalles cuando terminaban las clases como en las actividades de carácter social. Siempre puede haber un mala leche que no tiene más que tiempo libre para hincharte las pelotas: Chentito fue nuestra pieza clave en el juego, quien se distinguía por sus ridículos berrinches, amenazas de cortar todo vínculo amistoso con el resto del grupo si en algún momento yo era solicitado en cualquier reunión para beber, jugar videojuegos, películas en el cine y por qué no, buscar boicotear mi relación con mi entonces novia-de-mano-sudada quien era una buena amiga de él. Invariablemente, todos sucumbían a sus deseos, opiniones y órdenes. Bola de débiles!
Ah, cómo no le partí su madre para que entendiera. Sin embargo, le agradezco por darme la fortaleza de tener la inteligencia emocional para sobrellevar sus pendejadas y finalmente mandarlo a la chingada.
Conforme el tiempo pasaba, me daba cuenta de que aunque no era al 100% incluido en dicho club de danza y teatro despectivamente apodado "Las Estrellitas". Fue una etapa confusa y decidí dedicarme al rock. Nueva idea, nuevo club. No me fue tan mal. Lo dejé un tiempo y volví a ver las nuevas franquicias del Club de Toby con lo nuevo que sucedía en las ciudades que visitaba. Hubo uno que casualmente me enganchó, sigo peleando mi porcentaje de inversión y aún no sé por qué. Pero me consideran socio de chocolate, aún socio.
Francamente, sigo viendo sucursales alrededor de mí a mis escasos 27 años. En la vida laboral existen tantos que algunos matan por pertenecer a uno de élite, de altura, de calidá... POR FAVOR!!
Yo quisiera preguntarme si líderes de opinión, mandatarios, estadistas, genios y de más han sufrido lo que es ser rechazado para invertir en un Club de Toby. Francamente me tiraría al suelo de la risa descubrir que alguien tan "cool" como Robert Redford fue rechazado de algún clubcito. Sería hilarante.
A pesar de que esto es un efecto social, antropológico, natural (dirían algunos mamones), ser tribal, se me hace una declaración favorecida desde el otro lado de la brecha. Qué pasa con los que no nos dejan entrar. Acaso nuestro intelecto, nuestro nivel socioeconómico, o nuestra forma de ser nos orilla a ser rechazados? Qué mentada de madre. Qué pasaría cuando un Emo rechaza a alguien por no ser suficientemente Emo. O el nerd que no es suficientemente nerd?? Qué pasaría??
Francamente, es desconcertante... requiere de tolerancia?? Qué desmadre...
Ustedes, a qué Club de Toby pertenecen y a cuál vertiente les gustaría pertenecer y no los dejan?? Qué tienen ellos en Club que ustedes no??
Estoy seriamente pensando en hacer un Club de Chatoby, pero no sé qué requisitos pedir para poder rechazar a los que me rechazaron y espero que haya más nuevos clubes similares en donde me rechacen como seguramente rechacé a aquellos que se las hice por alguna estúpida razón. Jajajajaja, qué pinche vergüenza!
Sigo cuestionándome...